El presidente Daniel Noboa ha anunciado que contempla una posible focalización del subsidio al diésel como parte de su estrategia económica para su segundo mandato. Según adelantó el mandatario en una entrevista con el medio digital Visionarias, el objetivo es implementar un plan progresivo. Este incluye medidas compensatorias que comienzan por el sector pesquero, particularmente las flotas atuneras. Es fundamental no afectar el empleo ni la economía de los sectores más vulnerables.

En 2024, el subsidio al diésel le costó al Estado ecuatoriano alrededor de USD 1.500 millones. Esto es más del doble del gasto en el Bono de Desarrollo Humano, que fue de USD 647 millones. Frente a este panorama, Noboa considera urgente ajustar este componente del gasto público para sanear las finanzas estatales.
El antecedente: sistema de bandas para gasolinas
Esta no sería la primera medida de Noboa en torno a la racionalización de subsidios. En junio de 2024, el Gobierno implementó un sistema de bandas para las gasolinas Extra y Ecopaís. Esto permite que sus precios fluctúen con los valores internacionales del crudo, aunque con límites máximos y mínimos. Además, una compensación monetaria dirigida a taxistas, conductores de camionetas del sector productivo y tricimotos fue sumada. Se destinó un presupuesto de USD 34 millones en 2025.
El plan: transición hacia el gas natural
Noboa ha manifestado que el plan para focalizar el subsidio al diésel deberá estar acompañado de una transición energética hacia el uso de gas natural. En palabras del presidente: “Al mayor desarrollo y uso de gas, menor necesidad de diésel… Tiene que haber algún reemplazo, tiene que haber seguridad también en el suministro”.
Para ello, el Gobierno ha empezado a allanar el camino. El 6 de mayo de 2025, el Ministerio de Energía declaró como “prioridad nacional” la operación del Campo Amistad. El objetivo es aumentar la producción de gas natural e importar este recurso para abastecer a la industria y al sistema termoeléctrico.
¿Quién recibe el subsidio al diésel?
Actualmente, el único sector que recibe subsidio directo al diésel es el de las flotas atuneras y otras embarcaciones pesqueras. Las industrias procesadoras de atún, así como otras empresas que utilizan diésel en sus operaciones, pagan precios de mercado por el combustible. Según Petroecuador, el subsidio por galón de diésel 2 para estas flotas es de USD 0,40. Para el diésel premium, el subsidio es de USD 0,72, entre el 12 de mayo y el 11 de junio de 2025.
En contraste, el sector automotriz, que incluye vehículos privados y de transporte público, consume una mayor cantidad de diésel. Este sector representa la mayor carga fiscal en este rubro. Durante los primeros cuatro meses de 2025, este sector consumió 8,3 millones de barriles de diésel premium. Mientras tanto, las flotas pesqueras apenas consumieron 144.064 barriles.
El transporte: el gran desafío
El subsidio al diésel automotriz es el más costoso para el Estado. Entre el 12 de mayo y el 11 de junio de 2025, el subsidio por galón de diésel premium para vehículos livianos, camionetas, buses y camiones fue de USD 0,86. A pesar de este elevado costo, Noboa no ha precisado si en su plan se incluirán ajustes para este sector.
Expertos, como Daniel Lemus de la ESPOL, advierten que focalizar el subsidio en el transporte público es una tarea delicada. Esto requiere compensaciones adecuadas para evitar protestas sociales, tal como ocurrió con las gasolinas Extra y Ecopaís.
Opiniones del sector petrolero y automotriz
Ivo Rosero, presidente de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), respalda la eliminación progresiva del subsidio. Sin embargo, sugiere comenzar por liberar completamente el precio de las gasolinas Extra y Ecopaís. Actualmente, estas gasolinas se fijan con subsidios que desalientan la competencia y la llegada de gasolinas de mayor calidad.
Rosero señala que Ecuador es de los pocos países que aún comercializa gasolina de 85 octanos. La coyuntura internacional actual —con precios del petróleo a la baja— sería propicia para eliminar el subsidio sin causar impactos significativos en los consumidores.
Una medida inevitable pero compleja
La focalización del subsidio al diésel es un paso clave hacia la sostenibilidad fiscal de Ecuador. Sin embargo, su implementación requerirá una planificación técnica rigurosa y una comunicación clara para evitar tensiones sociales. Noboa, al comprometerse con este objetivo en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, busca una salida estructural al déficit fiscal que arrastra el país.
El reto está en aplicar una estrategia equilibrada que permita avanzar hacia un modelo más eficiente, sin generar costos sociales que comprometan la estabilidad política.
Fuente:
Primicias.ec
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