Lideresas de comunidades rurales de Bolivia, Ecuador y Colombia han alzado su voz exigiendo a sus respectivos Estados una acción concreta para combatir la violencia de género en los entornos rurales y adoptar una “nueva ruralidad”. Este llamado fue el resultado de una reunión llevada a cabo en Quito entre el 24 y el 26 de abril, en el marco del diálogo regional ‘Mujer: Fortaleza y Liderazgo desde lo local, inspirando al mundo’, organizado por la Asociación de Mujeres por la Equidad de Género y Autonomía MEGA, con el apoyo de la Red de Mujeres por la Democracia.
Violencias amplificadas por realidades diversas
Las lideresas comunitarias resaltan en un manifiesto difundido en Quito que las violencias de género que enfrentan están profundamente entrelazadas con otras realidades como la identidad étnica, la condición económica vulnerable, y la diversidad territorial. Señalan que el crimen organizado y el narcotráfico aumentan los niveles de violencia e inseguridad, contribuyendo a que las mujeres sean vistas como un instrumento o un territorio de conquista en medio de conflictos.
Demandas y reivindicaciones claves
Las lideresas no solo denuncian la violencia de género, sino que también exigen una participación genuina en la toma de decisiones y el reconocimiento de sus derechos territoriales y lingüísticos. Para abordar la violencia de género, piden medidas concretas que incluyan datos actualizados y desagregados por sexo y etnia, así como la creación de centros de atención integral y casas de acogida en áreas rurales.
Acciones para erradicar la violencia de género
Las líderes rurales solicitan la implementación efectiva de mecanismos tecnológicos como el botón de pánico y líneas de atención y alerta máxima. Además, consideran esencial asegurar presupuestos diferenciados con un enfoque de género para el entorno rural. Entre sus demandas se encuentra la creación del Ministerio de la Mujer en países que aún no lo tienen y fortalecer el presupuesto en caso de que este organismo ya exista.
Equidad económica y social ante la violencia de género
Datos de la Fundación Alternativa muestran que un gran porcentaje de mujeres rurales trabaja sin remuneración en estos países. Por ello, defienden la implementación de una jubilación diferenciada que reconozca el trabajo no remunerado realizado por las mujeres a lo largo de sus vidas.
Protección integral y educación
Además de garantizar el acceso a la salud y la educación desde una perspectiva intercultural, las líderes rurales demandan una educación sexual y reproductiva basada en el consentimiento. Estas acciones son fundamentales para garantizar un desarrollo equitativo en las comunidades rurales.
Compromiso y seguimiento de la violencia de género
Las organizaciones firmantes del manifiesto se comprometen a seguir de cerca estas demandas a través de la construcción de una red regional andina, asegurando así que estas voces y necesidades no sean ignoradas.
A través de estas acciones y demandas, las mujeres rurales de Bolivia, Ecuador y Colombia están desafiando las estructuras de poder establecidas y luchando por una “nueva ruralidad” donde la equidad de género y el respeto a los derechos humanos sean fundamentales.
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