El anuncio de que Telefónica Hispam venderá el 100 % de su operación en Ecuador a Millicom (Tigo) por 380 millones de dólares ha generado incertidumbre entre los más de 5,2 millones de abonados de las marcas Movistar y Tuenti. Esta operación representa una de las transacciones más relevantes en el sector de las telecomunicaciones en el país durante los últimos años. Asimismo, marca un cambio significativo en el panorama competitivo.

Telefónica opera en Ecuador a través de la empresa Otecel, la cual controla las dos marcas mencionadas. Actualmente, tiene una participación del 28 % del mercado, según datos de la Agencia de Regulación y Control de Telecomunicaciones (Arcotel). La pregunta clave es: ¿qué ocurrirá con los usuarios cuando se concrete la transferencia a Tigo?
¿Quién es Tigo y cuál es su experiencia en el sector?
Tigo, operada por el grupo Millicom, ya tiene una fuerte presencia en América Latina y África. En la región, presta servicios en países como Colombia, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Panamá, Bolivia, Paraguay y Costa Rica. Esta trayectoria consolida a Millicom como un jugador sólido en el sector de telecomunicaciones y servicios digitales. Por lo tanto, ofrece cierta garantía sobre la continuidad y calidad del servicio para los futuros usuarios ecuatorianos.
Además, la empresa se ha destacado por sus inversiones en infraestructura digital. También se enfoca en el crecimiento del acceso a internet móvil y servicios financieros digitales.
¿Qué sucederá con los servicios y planes actuales?
Aunque aún no se han oficializado todos los detalles operativos del traspaso, se espera que Tigo asuma el control total de los servicios ofrecidos actualmente por Movistar y Tuenti. Esto incluye planes móviles, servicios de datos, atención al cliente y recargas. Para los abonados, esto podría implicar cambios graduales en la marca, la facturación o la estructura de servicios. Sin embargo, las líneas telefónicas y los números existentes seguirán activos.
En procesos similares en otros países, Tigo ha mantenido los contratos existentes y ha ofrecido mejoras progresivas en cobertura y tecnología. Por lo tanto, es probable que en Ecuador ocurra un proceso de transición ordenada, sin afectar directamente a los usuarios en el corto plazo.
Beneficios y desafíos de la operación
Uno de los beneficios más esperados por los clientes es la posible mejora en infraestructura de red, gracias a la capacidad de inversión de Millicom. Con esto, se podría incrementar la calidad de la señal y la cobertura en zonas rurales y urbanas. Además, Tigo podría introducir nuevas ofertas comerciales y paquetes más competitivos, beneficiando al consumidor final.
Sin embargo, el proceso también representa ciertos retos regulatorios y operativos. La Arcotel deberá velar por la protección de los derechos de los usuarios durante la transición. Además, garantizará que no se vulneren los estándares de calidad y competencia en el mercado.
El rol de Arcotel y los siguientes pasos
La Arcotel jugará un papel clave durante este proceso de adquisición, supervisando la continuidad del servicio, la transparencia en la migración de datos y la preservación de los derechos de los usuarios. Estos derechos incluyen el acceso a la información, la protección de datos personales y la libre elección de proveedor.
Se espera que, una vez finalizados los trámites legales y regulatorios, se inicie una etapa de transición de marca y servicios. Esta etapa podría extenderse por varios meses hasta la consolidación plena de Tigo como nuevo operador.
📌 Fuente: El Universo
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