La eliminación del subsidio al diésel en Ecuador generó una crisis económica y social sin precedentes. Este cambio dejó a muchos con una millonaria factura que aún es difícil de afrontar. El incremento del precio del combustible, de $1,8 a $2,8 por galón, provocó bloqueos y manifestaciones durante más de un mes. Las pérdidas directas e indirectas superaron los $300 millones. Esto afectó gravemente a sectores como la agricultura, el turismo, la floricultura y el comercio.
Impacto económico de la eliminación del subsidio al diésel
La eliminación del subsidio al diésel afectó principalmente a provincias como Imbabura, Pichincha y Carchi. Solo en esta última, la Cámara de Comercio estimó pérdidas superiores a $32 millones, especialmente en el sector agropecuario. Además, muchos agricultores enfrentaron una especie de millonaria factura en términos de pérdidas económicas. El presidente de Expoflores, Alejandro Martínez, señaló que las pérdidas del sector superaron los $27 millones. Esto sin considerar los retrasos en la producción y siembra que afectarán la exportación de flores en fechas clave como San Valentín 2026.
En el ámbito turístico, las pérdidas en Cayambe y Otavalo alcanzaron los $4,4 y $5,3 millones, respectivamente. Además, el sector gastronómico reportó caídas de hasta el 70% en ventas. Esto evidencia cómo la eliminación del subsidio al diésel desató un efecto dominó en toda la economía. Como resultado, muchos se enfrentan a una especie de millonaria factura por las consecuencias económicas.
Costos sociales y fiscales asociados al paro
Para contener el impacto del paro, el Gobierno implementó medidas de compensación y ayudas temporales. Según el ministro Harold Burbano, se han desembolsado más de $92 millones en bonos y apoyos directos. A los transportistas se destinaron $20,5 millones y a agricultores $72 millones a través del Bono Raíces. También se pagaron $166 millones por devoluciones de impuestos atrasados. Este gasto adicional ha generado, de alguna manera, una millonaria factura social.
El ministro de Transporte, Roberto Luque, estimó que el costo total de las compensaciones por la eliminación del subsidio al diésel podría superar los $430 millones. Esto incluye programas de chatarrización y créditos. En conjunto, las medidas de apoyo y devoluciones fiscales suman más de $260 millones. Esta cifra podría elevarse hasta $1.200 millones en 2026.
Perspectivas fiscales y sostenibilidad
El Fondo Monetario Internacional respaldó la decisión del Gobierno ecuatoriano de focalizar los subsidios y fortalecer los mecanismos de protección social. Según la portavoz Julie Kozack, la eliminación del subsidio al diésel busca mejorar la sostenibilidad fiscal. Este enfoque ayuda a evitar una millonaria factura fiscal en el futuro. Además, pretende reducir los beneficios desproporcionados hacia los sectores de mayores ingresos.
Aunque el costo inmediato del paro ha sido elevado, se proyecta que en un año completo el Estado logre un ahorro neto de entre $700 y $800 millones. Expertos como Gabriela Calderón del Cato Institute consideran que la medida representa un avance en política pública. Al eliminar un subsidio regresivo, se promueve un modelo económico más equitativo y eficiente.
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Fuente:
www.lahora.com.ec