Los niños presentan un autoconcepto de las matemáticas significativamente mayor que las niñas (6,88 frente a 5,94), según datos de la plataforma especializada Monk. Sin embargo, esto no refleja una diferencia real en capacidades, sino en la percepción que tienen sobre ellas mismas.
“Hay niños a los que les encantan las matemáticas y hay niñas a las que les encantan las matemáticas”, afirma María Gaspar, profesora y presidenta del Comité Organizador de las Olimpiadas Matemáticas Españolas. “También hay quienes no pueden con ellas, en ambos géneros”.
El reto de las competiciones matemáticas
Donde sí se observa una diferencia notable es en la participación en competiciones, como las Olimpiadas Matemáticas. “Desde el inicio hay muchos más chicos que chicas”, explica Gaspar. “Y, si en la base hay más chicos, es natural que también lleguen más a los primeros puestos”.
La actitud frente al riesgo y la presión académica también influye. Las chicas, según Gaspar, tienden a ser más prácticas. “Prefieren estudiar para un examen de historia antes que invertir horas en resolver un problema que quizás no tenga solución clara”.
Menor confianza y miedo al error
Uno de los factores que explica esta diferencia es el miedo a fallar. “Es como si las chicas tuvieran más miedo a no hacerlo bien”, reflexiona Gaspar. Aunque tengan notas sobresalientes, enfrentarse a un problema sin garantía de éxito genera inseguridad.
También influye la autoexigencia: muchas chicas con alto rendimiento escolar se arriesgan menos por temor a no cumplir sus propias expectativas.
Claves para motivarlas
Para revertir esta situación, es esencial motivar a las niñas y ayudarlas a entender que equivocarse forma parte del proceso de aprendizaje. “Lo importante es poner alma y corazón en lo que se hace”, señala Gaspar.
Daniel González de Vega, responsable de Monk, destaca que “las matemáticas son la asignatura que mejor predice el éxito escolar”, por lo que su dominio es clave para carreras tecnológicas y científicas.

Las olimpiadas femeninas, una oportunidad clave
Existen iniciativas diseñadas para romper estas barreras, como la Olimpiada Española Femenina y la Olimpiada Europea Femenina. “Sirven para ayudar a las chicas a vencer sus miedos y dejar de sentirse raras por destacar en matemáticas”, dice Gaspar.
“La sociedad no puede permitirse desperdiciar el talento de tantas chicas que, si no son conscientes de que lo tienen, no lo van a desarrollar”, concluye.
Fuente: Hola
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