La madrugada de este domingo, siete personas fueron asesinadas en un ataque armado en Santo Domingo de los Tsáchilas, a 150 kilómetros de Quito. El hecho ocurrió dentro de un billar, donde, según la Policía Nacional, encapuchados armados irrumpieron en el local y dispararon contra quienes se encontraban allí.

Los agentes que acudieron al sitio confirmaron que las víctimas fallecieron por impactos de arma de fuego. El ataque generó alarma en la provincia y se suma a una serie de masacres que reflejan la grave crisis de seguridad que atraviesa Ecuador.
Ataque ejecutado por hombres armados
En redes sociales se difundió un video que muestra a varios encapuchados vestidos de negro ingresando al lugar con armas largas. Las primeras investigaciones apuntan a que el hecho estaría relacionado con disputas entre bandas del crimen organizado, fenómeno que ha marcado la creciente ola de violencia en distintas regiones del país.
Violencia que se repite en diferentes provincias
El ataque en Santo Domingo no es un hecho aislado. En lo que va del 2025, se han registrado múltiples masacres en espacios públicos y privados. Entre los casos más recientes se encuentran:
- Abril en Manabí: 12 muertos y 9 heridos en una gallera de El Carmen.
- Manta: ataque en una urbanización dejó 5 fallecidos y 5 heridos.
- El Oro: cinco muertos en un local nocturno.
- Guayas: 17 asesinados y 11 heridos en un bar en El Empalme.
- Santa Lucía: ocho personas murieron en un ataque a una discoteca.
- Monte Sinaí, Guayas: seis personas fueron asesinadas a plena luz del día.
Estos sucesos evidencian la extensión territorial de la violencia, que afecta tanto a la costa como a la sierra del país.
Un semestre marcado por cifras alarmantes
De acuerdo con datos del Ministerio del Interior, Ecuador registró 4.619 homicidios entre enero y junio de 2025, lo que convierte a este período en el semestre más violento de la historia reciente. La cifra representa un 47 % más que en 2024, cuando se contabilizaron 3.143 asesinatos en el mismo lapso.
En promedio, el país enfrenta un asesinato por hora, situación que las autoridades atribuyen a la disputa de territorios entre organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico y al crimen organizado.
El país bajo «conflicto armado interno»
La magnitud de la crisis obligó al presidente Daniel Noboa a declarar en enero de 2024 el «conflicto armado interno». Bajo esta medida, las bandas criminales pasaron a ser consideradas como grupos terroristas, lo que habilitó al Estado a usar mayores recursos militares y policiales en la lucha contra estas organizaciones.
Pese a los operativos y el endurecimiento de las medidas, los índices de homicidios continúan en aumento, generando un escenario de incertidumbre y temor en la ciudadanía.
La masacre ocurrida en Santo Domingo de los Tsáchilas es una muestra más de la violencia desbordada que atraviesa Ecuador. Los asesinatos masivos, cada vez más frecuentes, ponen en evidencia la complejidad de la crisis de seguridad y los desafíos del Estado para recuperar el control frente a las bandas criminales. La población, en tanto, permanece en zozobra ante un panorama que no parece dar tregua.
Fuente: Clarín
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