Los gremios sindicalistas agrupados en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) han anunciado una serie de protestas contra el gobierno de Daniel Noboa Azín, previstas para el próximo 4 de julio. La principal exigencia de estos colectivos es que se dé marcha atrás en el reciente incremento de los precios de la gasolina extra y ecopaís, un aumento de $0,26 centavos por galón que ha generado amplio descontento.
La medida del gobierno y la reacción sindical
El régimen ha anunciado la implementación de un sistema de bandas, donde el costo de las gasolinas podría variar según los precios internacionales del crudo. Esta medida ha sido recibida con rechazo por parte de los dirigentes sindicales y de colectivos sociales, quienes consideran que las fluctuaciones en los precios afectarán principalmente a los sectores más vulnerables de la población.
Anuncio de la marcha
El 19 de junio de 2024, dirigentes de colectivos sindicalistas y del magisterio confirmaron su decisión de salir a las calles el próximo 4 de julio. José Villavicencio, presidente del FUT, anunció esta medida, indicando que están en conversaciones con diversas organizaciones sociales e indígenas para sumar fuerzas en esta movilización. Villavicencio expresó su frustración con la postura del gobierno, declarando: “El Gobierno cree que somos pendejos” y exigió que se eliminen los subsidios pero para los sectores económicos que se benefician de ellos y de exoneración de impuestos.
Consecuencias del aumento de precios
Villavicencio advirtió que el incremento de los precios de la gasolina tendrá un impacto negativo en el pueblo y en el sector medio, pues al subir la gasolina, suben también los precios de otros productos, lo que llevará a un aumento de la inflación y del costo de vida. Ante esta situación, hizo un llamado a otros grupos sociales para unirse a la “gran jornada” de protestas.
Movilización ciudadana
Edwin Bedoya, dirigente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut), señaló que durante los próximos días se trabajará en motivar a la ciudadanía a participar en la movilización. Según Bedoya, las compensaciones ofrecidas por el régimen no generan empleo y no son suficientes para mitigar el impacto del alza de precios.
Sistema de compensaciones
El gobierno ha anunciado que se está diseñando un sistema de compensaciones para los transportistas, aunque este aún se encuentra en proceso de implementación. Los dirigentes sindicales, sin embargo, consideran que estas medidas son insuficientes y que no abordan el problema de fondo. La marcha del 4 de julio se perfila como una demostración de la inconformidad generalizada y del poder de convocatoria de los gremios sindicales y sociales en Ecuador.
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