Ecuador enfrenta una nueva y alarmante etapa en el ascenso de la violencia criminal. Un informe de la organización internacional Armed Conflict Location & Event Data (Acled) revela que al cierre de 2024, el país contaba con al menos 37 grupos criminales activos. Esto representa un incremento del 68% respecto a 2023. Esta multiplicación de bandas confirma el avance descontrolado de la fragmentación criminal. Este fenómeno tiene sus raíces en la descomposición de estructuras como Los Choneros. Esta descomposición fue iniciada en 2020 tras el asesinato de su líder, alias «Rasquiña».

Los Lobos, el grupo más violento del país
En este escenario de confrontación y lucha territorial, Los Lobos han emergido como el grupo más violento de Ecuador. La organización ha sido responsable de al menos 184 eventos violentos entre enero de 2023 y mayo de 2025. Estos eventos incluyen ataques con explosivos, enfrentamientos armados y conflictos internos. Su objetivo es claro: convertirse en la organización criminal dominante. Esto ocurre en un país marcado por la debilidad institucional y la desprotección ciudadana.
El grupo ha protagonizado conflictos con al menos 10 bandas rivales, entre ellas Los Choneros, Los Tiguerones, Latin Kings, Chone Killers, Lagartos y Mafia-18. La violencia es cada vez más frecuente y diversa, extendiéndose por centros urbanos, cárceles, zonas mineras y rutas estratégicas del narcotráfico.
Una guerra sin reglas ni lealtades
Las alianzas entre grupos delictivos en Ecuador son frágiles y cambiantes. El informe de Acled muestra cómo, por ejemplo, Los Lobos rompieron su coalición con los Tiguerones y los Chone Killers. Luego iniciaron una nueva alianza con los Latin Kings. A su vez, Los Tiguerones, segunda banda más confrontativa, participaron en 100 eventos violentos. Además, también enfrentaron divisiones internas.
Los Choneros, con 90 enfrentamientos registrados, tienen como enemigo principal a Los Lobos. Incluso su brazo armado, Las Águilas, se ha involucrado en conflictos con Lagartos y Tiguerones Fénix. Estas constantes fricciones internas y externas demuestran que Ecuador atraviesa una segunda ola de fragmentación criminal. Esta ola está marcada por la falta de liderazgos estables y la lucha desesperada por el control territorial.
El modelo mexicano como advertencia
Tiziano Breda, analista de Acled y autor del informe, advierte que Ecuador podría seguir el mismo camino que México. En ese lugar, la fragmentación de los carteles generó una violencia crónica y endémica. Según Breda, las políticas implementadas en 2024 por el gobierno de Daniel Noboa, como el despliegue militar en calles y cárceles bajo la figura de «conflicto armado interno», tuvieron un efecto inicial positivo en la reducción de homicidios. Sin embargo, también aceleraron la rotación de liderazgos y agudizaron las disputas entre bandas.
Esta dinámica provocó una reactivación del conflicto a finales de 2024. Además, convirtió los primeros meses de 2025 en los más violentos registrados en la historia reciente del país.
Estados de excepción ineficaces y violencia generalizada
Los sucesivos estados de excepción decretados en las zonas más violentas no han logrado contener la expansión del crimen. La violencia ha cobrado impulso tanto dentro como fuera de las cárceles. Esta violencia ha alcanzado cifras récord. Los datos de Acled muestran que el 80% de la violencia entre bandas se concentra en provincias costeras. Especialmente en Guayas y Esmeraldas, puntos clave para el narcotráfico.
Sin embargo, la influencia de estos grupos ya alcanza más de 150 de los 221 municipios del país. Además, las redes criminales extienden su presencia a Perú, Colombia y Chile. Esta internacionalización del crimen organizado hace que cualquier solución se complique aún más.
Guayaquil: epicentro del conflicto
Guayaquil se ha convertido en el epicentro de la violencia criminal. En 2024, la ciudad registró 570 eventos violentos. Esto la posiciona como la tercera ciudad más violenta de América Latina, solo detrás de Río de Janeiro y Salvador (Brasil). La ubicación estratégica de Guayaquil en las rutas del narcotráfico y el tráfico de armas la ha convertido en un escenario clave de la confrontación entre grupos armados.
La necesidad de un plan integral
El informe concluye con una recomendación clara: no basta con el uso temporal de las Fuerzas Armadas. Se necesita una estrategia integral que incluya inteligencia, reformas al sistema penitenciario, inversión social, programas de prevención juvenil y cooperación internacional sostenida. De lo contrario, el país corre el riesgo de caer en una espiral de violencia sin retorno. Esto ya lo han hecho otros países de la región.
Metodología y fiabilidad de los datos
Acled recoge semanalmente información de más de 40 fuentes en Ecuador. Estas incluyen ONG, medios de comunicación, periodistas verificados y datos oficiales. Debido a la alta tasa de homicidios, se han incluido eventos criminales que cumplen con criterios específicos de veracidad y detalle. Estos criterios son la identificación de actores y la dinámica del hecho.
Fuente: PRIMICIAS
Te puede interesar:
Campamentos clandestinos revelan presencia de las FARC en Ecuador