Una votación ajustada
La Ley Orgánica de Inteligencia fue aprobada este 10 de junio por el Pleno de la Asamblea Nacional. El bloque oficialista, Acción Democrática Nacional (ADN), alcanzó exactamente los 77 votos requeridos para la aprobación de la controvertida normativa. El respaldo provino no solo de su bancada, sino también de cuatro legisladores de Pachakutik, algunos independientes y David Arias, asambleísta por Galápagos, electo por Revolución Ciudadana (RC).

Minutos después de la votación, la bancada de RC anunció la expulsión de Arias, alegando que esta no era la primera vez que se desmarcaba. Ya antes había respaldado leyes impulsadas por el Ejecutivo, como la ley urgente para enfrentar las economías criminales.
Fracturas internas y posiciones divididas
El correísmo votó en contra, mientras que los tres representantes del Partido Social Cristiano (PSC) y una parte de Pachakutik optaron por abstenerse. Carmen Tiupul, segunda vicepresidenta de la Asamblea, había advertido previamente que existían dudas profundas sobre la Ley Orgánica de Inteligencia, incluso entre sectores afines al Gobierno.
Tiupul había expresado que, de votarse por bloques, respaldarían únicamente los artículos considerados positivos. Sin embargo, Inés Alarcón, ponente de la ley y presidenta de la Comisión de Seguridad, propuso la votación íntegra del proyecto, desestimando así el pedido de votación fraccionada que también promovían el PSC y la RC.
Los legisladores de Pachakutik que votaron a favor de la Ley Orgánica de Inteligencia fueron Luis Nango, Cecilia Baltazar, Edmundo Cerda y Fernando Nantipia.
Argumentos de defensa
Durante la sesión, la única intervención registrada fue la de Inés Alarcón, quien defendió los cambios incluidos en la Ley Orgánica de Inteligencia. Enfatizó que la normativa no pretende perseguir a opositores políticos ni a periodistas. Afirmó que la Constitución sigue siendo garante de la privacidad ciudadana y que la ley no vulnera derechos fundamentales.
Alarcón también aclaró que la información recolectada mediante labores de inteligencia no podrá utilizarse como prueba en procesos judiciales, un punto que ha generado amplia discusión pública.
Una votación con tensión política
Pese a las gestiones y diálogos informales previos, la votación de la Ley Orgánica de Inteligencia se desarrolló en un clima de incertidumbre. Legisladores como Paola Cabezas, Viviana Veloz y Jahaira Urresta intentaron convencer a Alarcón para que la votación fuera por bloques. También lo hizo Valentina Centeno, de ADN, quien interactuó con asambleístas del PSC que rechazaban el texto completo.
Mientras tanto, otros actores clave del oficialismo, como Mónica Salazar, intentaban persuadir a Carmen Tiupul fuera del hemiciclo. A pesar de las presiones cruzadas, la ponente mantuvo su postura firme y solicitó la votación integral del proyecto.
Con 76 votos a favor y uno decisivo aún pendiente, todos los ojos se centraron en el asambleísta independiente Juan Gonzaga. Antes de que Alarcón llegara a su curul, Gonzaga votó afirmativamente. Su apoyo aseguró la aprobación de la Ley Orgánica de Inteligencia, que ahora será enviada al presidente Daniel Noboa para su eventual promulgación.
Fuente: PRIMICIAS
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