En medio de tensiones y una inesperada asignación diplomática, el presidente Daniel Noboa rechaza el llamado al diálogo de la vicepresidenta Verónica Abad y ordena una reunión con la canciller, desatando una nueva controversia en el recién instaurado gobierno.
Según el secretario de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta, el próximo paso tras la aceptación de la misión en Israel por parte de Abad será coordinar con la canciller todas las acciones necesarias para el cumplimiento de esta «alta misión».
Antecedentes de la disputa interna:
Abad, en su rueda de prensa, anunció su compromiso con la tarea asignada por Noboa, pero también reveló conflictos internos y denunció una «nueva campaña de deshonra» en su contra. Además, solicitó un diálogo directo con el presidente.
Reacciones y decisiones presidenciales:
La respuesta de Noboa fue contundente. Durante la rueda de prensa de Abad, él presidía una reunión del equipo de Seguridad. Al enterarse de las declaraciones de la vicepresidenta, instruyó a la canciller para que se reúna con Abad y coordine las acciones necesarias.
Antecedentes de la asignación diplomática:
El 24 de noviembre, mediante el decreto ejecutivo 27, Noboa asignó a Abad la función exclusiva de colaborar como Embajadora en nombre de Ecuador por la paz, específicamente para evitar el escalamiento del conflicto entre Israel y Palestina. El decreto también contempla que Abad estará físicamente en la Embajada en Tel Aviv, reportando mensualmente sus actividades al presidente y precautelando el buen uso del gasto público.
Estas medidas han sido interpretadas por la opinión pública como una suerte de «exilio» para la vicepresidenta, quien, sin embargo, ha manifestado su compromiso de asumir esta función para evitar la destitución y el «abandono del cargo».