La inteligencia artificial ha marcado un nuevo capítulo en la medicina al crear por primera vez un tratamiento experimental para una enfermedad desatendida por las grandes farmacéuticas: el envenenamiento por mordedura de serpiente. Este avance, liderado por el laboratorio del Nobel de Química David Baker y la bioquímica mexicana Susana Vázquez, fue anunciado en la prestigiosa revista Nature.
Susana Vázquez, originaria de Querétaro y de 31 años, ha sido pieza clave en esta revolución científica. Durante su doctorado en la Universidad de Washington, propuso abordar el envenenamiento por mordedura de serpiente. Una de las 23 enfermedades tropicales desatendidas según la Organización Mundial de la Salud. Este problema afecta a más de dos millones de personas al año y provoca más de 100.000 muertes, además de graves secuelas como amputaciones.
Proteínas diseñadas por IA
El laboratorio de Baker, conocido por diseñar proteínas inexistentes en la naturaleza, empleó herramientas como RFdiffusion y ProteinMPNN. Esto con el fin de crear moléculas capaces de neutralizar las toxinas del veneno de cobra. Los resultados preliminares en experimentos con ratones han sido prometedores, con algunos sobreviviendo a dosis letales de veneno.
Este no es el primer logro del equipo. En años recientes, presentaron la primera vacuna contra la COVID-19 diseñada por ordenador, SKYCovione, ya en uso en Reino Unido y Corea del Sur. También han desarrollado moléculas prometedoras contra la gripe y el cáncer de cerebro.
La “democratización” del descubrimiento de terapias
David Baker subraya que este avance es un paso hacia la democratización del descubrimiento de medicamentos, un proceso que tradicionalmente ha sido costoso y limitado a grandes corporaciones. Según el científico, las herramientas de diseño computacional permiten ahorrar recursos y abrir nuevas posibilidades para combatir enfermedades olvidadas.
Sin embargo, no todos comparten este optimismo. La biotecnóloga belga Els Torreele, impulsora de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi), advierte que la verdadera barrera está en los ensayos clínicos, un proceso largo y caro. Además, señala que el acceso a las herramientas de inteligencia artificial sigue siendo limitado por su elevado costo y el impacto ambiental de los centros de datos necesarios para su funcionamiento.

Un futuro incierto pero esperanzador
El uso de proteínas diseñadas representa un cambio de paradigma en la medicina moderna, comparable a revoluciones históricas como la industrial o la del manejo de metales. Aunque existen retos por superar, como la financiación y el acceso equitativo a estas tecnologías. Este avance abre la puerta a nuevas posibilidades en el tratamiento de enfermedades desatendidas.
La comunidad científica observa con atención este hito, mientras Vázquez y sus colegas continúan trabajando para transformar estos descubrimientos en tratamientos accesibles para las personas que más los necesitan.
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