El porcentaje de los indecisos a pocos días de las elecciones sigue siendo alto y el resultado final de las elecciones depende en mucho de las personas influenciables que comen cuento y los políticos más electoreros lo conocen perfectamente, siempre calculando el remate de su contrincante para aflojarle los perros en el momento como dice nuestro pueblo, jugando con la esperanza de que esta vez sí será mejor vivir en el país soñado de ilusiones y ofertas no cumplidas como las del incapaz que nos Gobierna.
Un punto tan importante como el anterior es el control electoral antes, durante y después de las elecciones, los partidos o movimiento más preparados tienen la inmejorable oportunidad por ejemplo de saldar viejas cuentas políticas ajustando a su medida los resultados, en nuestro país acostumbrado a vivir con y entre la corrupción es una práctica acostumbrada decir por ejemplo: robó, pero hizo obras y/o que quién cuenta los votos es el que gana y si a aquello le aumentamos la dosis de populismo barato y mentiroso estarían asegurando el éxito gracias al fraude acostumbrado y la ingenuidad de un pueblo tirado al abandono sin trabajo, salud, seguridad, techo y medios para poder subsistir.
El único presidente de la República que solo necesitaba un balcón para ser el Primer Mandatario fue el incomparable Dr. José María Velasco Ibarra quién durante cinco oportunidades ejerció la Presidencia con la más acrisolada e indiscutible pulcritud y honestidad, que prácticamente falleció sin ninguna duda sobre su vida mística y austera.
Fuente: La nación
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