La Federación Nacional de Transporte Pesado del Ecuador (Fenatrape) expresó su preocupación por la posible implementación de restricciones a la circulación de camiones en Quito. Esta medida la analiza el Municipio para reducir los siniestros de tránsito. La reacción del gremio llega tras las declaraciones del alcalde Pabel Muñoz, quien anunció que se evalúa limitar el paso de vehículos de carga en la avenida Simón Bolívar y la Ruta Viva. Estas son dos de las arterias viales más importantes de la capital. La preocupación principal de la Federación de Transporte Pesado es el impacto en las operaciones.

Preocupación del sector ante las posibles restricciones
El presidente de Fenatrape, Carlos Cueva Hidalgo, indicó que cualquier decisión que limite la circulación del transporte pesado debe estar basada en criterios técnicos y planificados. Este sector, dinamizado por la Federación de Transporte Pesado, cumple un papel vital en el abastecimiento de mercaderías e insumos hacia Quito.
Según cifras del gremio, 1.800 camiones ingresan diariamente a la ciudad desde distintas provincias del país, sin que existan espacios adecuados para estacionamiento o descarga. “Estas posibles restricciones deben generar soluciones, no problemas de movilidad”, subrayó Cueva, en nombre de la Federación de Transporte Pesado.
La Federación advierte que restringir el acceso de estos vehículos podría interrumpir la cadena logística. La Federación de Transporte Pesado también advierte sobre el posible encarecimiento de costos de transporte y afectación al suministro de productos básicos dentro del Distrito Metropolitano.
Riesgo para el abastecimiento de combustibles
Uno de los principales puntos de preocupación se centra en el transporte de combustibles. Fenatrape recordó que el centro de distribución de EP Petroecuador, ubicado en El Beaterio, al sur de Quito, es el encargado de abastecer a la zona centro-norte del país. Este incluye Carchi, Imbabura, Pichincha y Sucumbíos.
El horario de atención de esta planta —de 06:30 a 16:30— coincide con las franjas horarias en las que el Municipio planea imponer la restricción. En consecuencia, la Federación de Transporte Pesado advierte que el suministro de combustibles podría verse comprometido, no solo en la capital, sino también en las provincias aledañas.
“Cualquier interrupción en la movilidad de los tanqueros afectaría la operación de estaciones de servicio. También afectaría la distribución regional de hidrocarburos”, señalaron los representantes del gremio, quienes están respaldados por la Federación de Transporte Pesado.
Llamado al diálogo con el Municipio de Quito
Ante esta situación, la Fenatrape hizo un llamado al alcalde Pabel Muñoz para establecer una mesa de trabajo. Esto permitirá analizar conjuntamente la realidad de la movilidad y encontrar soluciones viables que no perjudiquen a ningún sector.
El gremio propuso la conformación de un equipo técnico interinstitucional. Estaría integrado por el Municipio, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, el Ministerio de Gobierno y los representantes del transporte pesado, incluyendo a la Federación de Transporte Pesado.
“La seguridad vial es una prioridad. Sin embargo, las decisiones deben tomarse con responsabilidad compartida”, indicó Fenatrape en un comunicado oficial publicado en la red social X (antes Twitter).
Las medidas anunciadas por el Municipio
El alcalde Pabel Muñoz explicó que el exceso de velocidad sigue siendo la principal causa de los accidentes de tránsito en la capital. Por ello, el Municipio implementará restricciones horarias para el transporte pesado, como parte de un plan integral para reducir siniestros y salvar vidas.
De acuerdo con la resolución que el Municipio prevé firmar, la circulación de camiones de carga pesada quedará prohibida en la Ruta Viva y la avenida Simón Bolívar en los siguientes horarios:
- De 06:00 a 10:00
- De 16:00 a 20:00
Estas franjas coinciden con los momentos de mayor congestión vehicular y con la aplicación del sistema de pico y placa. Hasta ahora, la restricción únicamente aplicaba para la avenida Mariscal Sucre, por lo que la medida representa una ampliación significativa del control vehicular. La Federación de Transporte Pesado está atenta a estas medidas.
Muñoz recalcó que la prioridad de la administración municipal es proteger la vida de los ciudadanos. Las decisiones se adoptan en función de la seguridad vial, no de la conveniencia logística del transporte.
Balance entre seguridad y productividad
El debate sobre las restricciones al transporte pesado ha abierto un nuevo punto de discusión entre productividad y seguridad ciudadana. El Municipio busca reducir el número de accidentes en vías de alto riesgo. Por su parte, los transportistas insisten en que las medidas deben conciliar ambos intereses, garantizando la fluidez del abastecimiento y el bienestar económico de la capital.
La expectativa ahora está puesta en la respuesta que dará el Municipio al pedido de diálogo del gremio. También en los ajustes que puedan realizarse antes de la entrada en vigencia de la resolución. La Federación de Transporte Pesado espera que se logre un entendimiento favorable entre el Municipio y el gremio.
Fuente: El Comercio
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