Diseño íntimo que desafía al pop tradicional
Harry Styles no lanzó un nuevo disco, sino algo más íntimo y audaz: una línea de juguetes sexuales bajo el nombre Pleasing Yourself. La propuesta fusiona diseño, salud y bienestar, rompiendo con los esquemas habituales del universo pop contemporáneo.
Ícono global del pop, la moda sin género y el amor libre, Styles suma un nuevo terreno a su carrera empresarial: los juguetes sexuales. En una época donde se amplía la conversación sobre placer y autocuidado, su propuesta destaca por su estética sobria, su enfoque inclusivo y su capacidad para generar impacto.
Una evolución coherente en su marca personal
El lanzamiento se enmarca dentro de Pleasing, su marca de productos de belleza. Ya había incursionado en esmaltes de uñas y sérums faciales. Sin embargo, con los juguetes sexuales, Styles da un paso más atrevido, coherente con su discurso sobre libertad e identidad.
La estrella de la colección es un vibrador de doble extremo, compacto y elegante, que viene en suaves tonos pastel. Lo acompaña un lubricante de silicona, aprobado por la FDA, que complementa la experiencia sensorial. Ambos elementos reflejan una estética cuidada, pensada tanto para el placer como para la visibilidad.
Una campaña envuelta en misterio y simbolismo
Tras más de un año de silencio mediático, Styles reaparece con una propuesta provocadora. El lanzamiento de los juguetes sexuales estuvo precedido por una campaña críptica: teléfonos rojos, frases sugerentes y una estética sensual. Las especulaciones no tardaron en estallar en redes sociales.
Finalmente, el 24 de julio llegó la revelación oficial. Lejos de tratarse de un álbum o una película, se trataba de Pleasing Yourself: un manifiesto sobre el placer personal, presentado como un producto de diseño y bienestar emocional.
Romper tabúes con elegancia pop
El video promocional refuerza la identidad visual de la marca. Un hombre misterioso atiende un teléfono rojo. Escribe algo en un papel. Luego, la voz de Styles susurra: “Please yourself like you mean it”. Aunque no se muestra su rostro, sus manos tatuadas y su silueta fueron más que suficientes para detonar la euforia digital.
Este lanzamiento de juguetes sexuales no es solo una estrategia comercial. Es una extensión del universo simbólico de Styles, donde el amor propio, la libertad estética y el placer libre de culpa se entrelazan. Para muchos fans, representa un regreso triunfal y disruptivo.
Más que un regreso: una declaración de principios
Al transformar los juguetes sexuales en un símbolo pop, Styles rompe una nueva barrera cultural. El vibrador no es solo un objeto funcional, sino una declaración visual, un dispositivo de empoderamiento y una pieza de conversación.
Con Pleasing Yourself, el artista no solo vuelve al centro de la escena. Lo hace desafiando las convenciones, elevando lo íntimo al estatus de arte pop. Y, una vez más, demostrando que su creatividad no conoce límites.
Fuente: CLARIN
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