Juan Pueblo y Aquiles: El Clamor Ciudadano en las Calles de Guayaquil

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Durante las fiestas Julianas, un encuentro casual revela la cruda realidad que viven los guayaquileños. Juan Pueblo y Aquiles representan la dicotomía entre el sufrimiento ciudadano y las expectativas depositadas en las autoridades locales para resolver los problemas cotidianos que afectan la calidad de vida urbana.

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El Encuentro Revelador en la Avenida 9 de Octubre

Caminando por el casco comercial de Guayaquil, el encuentro con Juan Pueblo resultó revelador. Por tanto, cuando le pregunté cómo estaba, exclamó «¡jodido pero contento!», evidenciando la resignación ciudadana ante las adversidades. Además, relató cómo la inseguridad lo obligaba a correr constantemente, mientras Juan Pueblo y Aquiles simbolizan la relación compleja entre ciudadanos y autoridades.

También narró el robo de su sombrero, único bien que poseía para protegerse del intenso sol. Sin embargo, expresó su desconcierto sobre a quién reclamar, señalando que todos los políticos prometen pero jamás cumplen, salvo escasas excepciones.

Violencia Urbana y Desesperación Ciudadana

La violencia urbana se manifestó dramáticamente cuando Juan Pueblo relató su experiencia en la carretilla de doña Pepita. En consecuencia, mientras comía su ceviche agachado, dos motociclistas dispararon veinte veces, matando a una persona e hiriendo a una niña. Por ende, Juan Pueblo y Aquiles reflejan la urgencia de respuestas efectivas ante esta crisis de seguridad.

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Esta situación genera tristeza, desesperación e impotencia entre los ciudadanos que no saben qué hacer ante la escalada de violencia que azota la ciudad.

Contrastes Urbanos y Problemas de Infraestructura

El contraste entre Guayaquil y Samborondón resultó evidente durante el paseo en bicicleta prestada. Mientras tanto, Juan Pueblo admiraba la belleza de Samborondón y soñaba con vivir allí algún día. No obstante, al regresar por el puente de la Unidad Nacional, la falta de iluminación generó temor y malestar.

Además, Juan Pueblo y Aquiles evidencian cómo apenas el 40% de las luminarias funcionan en Guayaquil, convirtiendo la ciudad en «refugio de ladrones». También enfrentó problemas con señalización vial deficiente y corrupción policial que le exigió «centavos» para continuar su trayecto.

Crisis de Servicios Básicos y Sobrecostos

La situación se agravó al llegar a casa, donde encontró una «gran laguna» y corte del servicio eléctrico. Por tanto, la empresa eléctrica le cobró un sobreprecio de más del 300%, argumentando uso excesivo de aires acondicionados cuando apenas tiene dos focos. En consecuencia, Juan Pueblo y Aquiles representan la lucha ciudadana contra servicios básicos deficientes y costosos.

Igualmente, el agua presenta precios altísimos, mientras los servicios se cortan rápidamente por falta de pago, pero las empresas no responden por sus deficiencias operativas.

Llamado a la Acción para las Autoridades

Finalmente, el encuentro concluyó con un fuerte abrazo y una reflexión sobre el papel de las autoridades. Aunque no votó por Aquiles, reconoce la necesidad de darle tiempo y apoyo. Por ende, Juan Pueblo y Aquiles simbolizan la esperanza de que el alcalde luche por los ciudadanos y reclame resultados al gobierno central.

El clamor incluye servicios de primer orden en educación, salud, limpieza, transporte y comunicación, además de destierro de malos servidores públicos enquistados en ATM, policía metropolitana y cabildo. Mientras las autoridades son «audazmente sancionadoras» pero incapaces de entregar excelente servicio, los ciudadanos exigen que también respondan por su ineficiencia.

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