Después de dos aplazamientos anteriores, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) establece la tercera fecha para la publicación de los resultados del Censo de Población y Vivienda 2022. Los ecuatorianos pronto conocerán cuántos son y dónde están, según el INEC.
Evaluación con técnicos de Naciones Unidas: garantizando la precisión de los datos con el apoyo del INEC
El INEC ha asegurado que los datos del censo serán evaluados en colaboración con organizaciones internacionales como el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), como parte de su compromiso con la precisión y calidad de la información.
Ajuste a la baja: el INEC revisa la proyección del número de ecuatorianos
En aras de mayor precisión, el director del INEC, Roberto Castillo, ha anunciado que el número de ecuatorianos proyectados desde el censo de 2010 se ajustará a la baja. Esto, como resultado de una revisión que tiene en cuenta la sobreestimación de nacidos vivos y el impacto de la pandemia en términos de pérdida de población y muertes.
Comité técnico y validación de resultados: garantizando la confiabilidad del censo
El INEC ha establecido un comité técnico compuesto por 13 expertos, quienes serán responsables de la validación de los resultados del censo y la evaluación de aspectos clave. Esto incluye la actualización cartográfica, el empadronamiento, el procesamiento de datos, los sistemas informáticos, la seguridad de la información y el análisis de los resultados.
Entrega oficial en dos fases: septiembre y noviembre de 2023
El INEC tiene previsto realizar dos entregas oficiales de los datos del censo: la primera en septiembre de 2022 y la segunda en noviembre de 2023. Esto permitirá revelar más detalles sociodemográficos, como las condiciones de vivienda, los niveles de pobreza y otros aspectos relevantes para la toma de decision
Retos y desafíos tras la pandemia: problemas de seguridad y desconfianza
La demora en la entrega de los resultados del censo se ha atribuido a los desafíos posteriores a la pandemia. Entre ellos se encuentran la creciente desconfianza de la población para permitir el ingreso de desconocidos a sus hogares y los problemas de seguridad que afectaron a menos del 1,3% de los 18.000 censistas.
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