El uso de crédito en Ecuador se mantiene limitado pese a que la mayoría de ciudadanos posee cuentas bancarias activas. Según el reciente informe de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), solo tres de cada diez personas hacen uso de crédito en Ecuador, lo cual evidencia una preocupante disociación entre acceso a servicios financieros y su aprovechamiento real.

Brecha estructural entre acceso y uso de crédito en Ecuador
De acuerdo con el estudio Avances de la Inclusión Financiera en el Ecuador 2024, el 83% de los mayores de 15 años dispone de productos bancarios y el 73% cuenta con una cuenta de ahorro. Sin embargo, apenas el 29% utiliza crédito, dejando claro que no avanza al mismo ritmo que la bancarización formal. Esta brecha estructural impide alcanzar una inclusión robusta y sostenible.
Fenómeno de la re-exclusión
Aun con una cobertura amplia, el uso de crédito en Ecuador se ve afectado por un fenómeno alarmante: la re-exclusión financiera. Unos 1,26 millones de ecuatorianos han sido expulsados del sistema por deterioro de sus condiciones crediticias, lo cual reduce la tasa de inclusión efectiva del 73% al 63%. Esta situación muestra que la permanencia dentro del sistema es tan crítica como el acceso inicial.
El efectivo aún predomina
Aunque se han expandido las billeteras móviles y las aplicaciones bancarias, el efectivo sigue siendo el medio de pago más usado. El uso de crédito en Ecuador avanza de forma desigual: el 60% posee tarjeta de débito, pero solo el 32% la utiliza, mientras que apenas el 15% emplea tarjetas de crédito para pagos. Estos datos subrayan que la adopción digital no se traduce necesariamente en mayor uso de crédito en Ecuador.
Educación financiera: pieza clave para el uso de crédito en Ecuador
La Estrategia Nacional de Educación Financiera (ENEF) constituye un avance para impulsar, pero aún hay tareas pendientes. Sectores como mujeres, jóvenes fuera del sistema educativo y población rural enfrentan barreras adicionales para entender y emplear el crédito de manera adecuada. Asimismo, la falta de normativas específicas de protección al usuario limita la confianza y desincentiva un uso de crédito en Ecuador más equilibrado.
Un compromiso integral
Para cerrar la brecha entre acceso y utilización, se requiere fomentar la educación financiera y fortalecer los mecanismos de protección al consumidor. El uso de crédito en Ecuador debe entenderse como parte de una inclusión financiera auténtica que permita a cada ciudadano tomar decisiones informadas, reducir riesgos y mejorar su bienestar económico. Según Valeria Llerena, directora ejecutiva de la RFD, solo a través de soluciones integrales se podrá revertir la tendencia actual y lograr que se convierta en una herramienta de desarrollo para todos los sectores de la población.
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