La violencia en Haití ha alcanzado niveles críticos, llevando al gobierno a tomar medidas extraordinarias para recuperar el control del país. Ante el dominio de las bandas armadas sobre amplias zonas del territorio, las autoridades haitianas han firmado un acuerdo de diez años con la empresa de seguridad privada Vectus Global, dirigida por Erik Prince, fundador de Blackwater. Este contrato busca restablecer el orden y recuperar territorios estratégicos. Esto incluye el importante corredor que une Puerto Príncipe con Cap-Haïtien.

Despliegue internacional y estrategias de seguridad
Desde marzo de 2025, Vectus Global ha comenzado sus operaciones en Haití, utilizando tecnología avanzada como drones, en coordinación con las fuerzas locales. El plan de despliegue incluye francotiradores, especialistas en inteligencia y comunicaciones, helicópteros y embarcaciones. Esto evidencia la magnitud del esfuerzo de seguridad.
Además, el contrato contempla funciones en la recaudación fiscal en la frontera con la República Dominicana, considerada una de las principales fuentes de ingresos para el país. Esta medida busca complementar las operaciones de seguridad. Proporciona un apoyo financiero estratégico que permite mantener recursos para la gestión estatal.
Crisis humanitaria y control territorial
La situación en Haití sigue siendo alarmante. Actualmente, las bandas armadas controlan aproximadamente el 90% de Puerto Príncipe, mientras que más de un millón de personas han sido desplazadas internamente. Los servicios públicos se encuentran gravemente deteriorados, y la violencia ha dejado un saldo de más de 1.500 muertos entre abril y julio de 2025.
La inseguridad alimentaria afecta a cerca de dos millones de personas, evidenciando la gravedad de la crisis humanitaria. Ante este escenario, la intervención de una empresa de seguridad privada se presenta como una respuesta urgente para contener el caos. También para proteger zonas estratégicas del país.
Controversia y debate sobre la soberanía
El uso de compañías privadas para tareas de seguridad genera polémica. Críticos argumentan que esta medida podría socavar la soberanía nacional y debilitar la legitimidad de las instituciones haitianas. La comunidad internacional sigue de cerca la implicación de actores privados en la seguridad pública. Están evaluando los riesgos de depender de fuerzas externas para la protección del territorio y de la población.
Por su parte, el gobierno haitiano defiende la contratación de Vectus Global como una respuesta necesaria. La razón es la incapacidad de las fuerzas de seguridad nacionales para enfrentar la magnitud de la crisis. La intervención privada busca ser complementaria a los esfuerzos internacionales para restaurar la estabilidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La decisión de Haití de recurrir a Vectus Global refleja la gravedad de la crisis de seguridad que enfrenta el país. Mientras la empresa de seguridad privada despliega recursos y personal especializado, la población haitiana y la comunidad internacional observan con atención los resultados de esta medida. El desafío será equilibrar la efectividad de la intervención con la preservación de la soberanía y la legitimidad del Estado haitiano.
Fuente: Ecuador en Vivo
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