El periodismo ecuatoriano despide a una de sus figuras más emblemáticas. Gabriela Baer, quien llegó a Ecuavisa el 1 de febrero del año 2000, cierra un capítulo profesional que marcó más de dos décadas en la televisión nacional.
Los inicios de una carrera excepcional en tiempos difíciles
Una joven quiteña llena de ideales arribó a Ecuavisa con sueños relacionados a escenarios, música y arte. Sin embargo, el destino la condujo hacia el periodismo durante uno de los momentos más críticos del país.
En sus primeros días, Gabriela Baer asumió el desafío de preparar reportajes y entrevistas. Además, desarrolló coberturas especializadas sobre la crisis financiera que atravesaba Ecuador. Por tanto, tuvo la oportunidad de demostrar su profesionalismo, compromiso y temple desde el inicio de su carrera.
Consolidación como rostro del noticiero Televistazo
Con el tiempo, creció dentro de la redacción hasta formar parte del equipo de presentadores. Asimismo, condujo el noticiero Televistazo de las 13:00 durante dos décadas completas. En consecuencia, acompañó la hora de almuerzo de miles de familias ecuatorianas con calidez, ética y credibilidad.
También integró el equipo de Contacto Directo como presentadora y entrevistadora. No obstante, siempre mostró versatilidad y preparación profesional en cada proyecto que emprendió.
Coberturas internacionales que marcaron su trayectoria
Su carrera incluyó entrevistas destacadas a personalidades internacionales de primer nivel. Por ejemplo, tuvo la oportunidad de entrevistar a Hillary Clinton, ex primera dama de Estados Unidos y secretaria de Estado.
En agosto de 2012, viajó al Reino Unido para una cobertura especial. Posteriormente, desarrolló el seguimiento del caso de Julian Assange, quien había ingresado sorpresivamente a la Embajada de Ecuador en Londres. Igualmente, cubrió el asilo diplomático otorgado por el gobierno de Rafael Correa. Por ende, siempre estuvo preparada para enfrentar los retos más complejos de la profesión.
El legado humano detrás de la pantalla
Quienes trabajaron junto a ella la describen como una persona noble, reservada, elegante y encantadora. Además, destacan su amor por los libros, la pasta, el silencio y el respeto hacia los demás. Finalmente, reconocen en ella a una mujer que nunca buscó protagonismo, aunque inevitablemente lo obtuvo.
Hoy se cierra una etapa importante no solo en su vida profesional. También se despide una voz y presencia que formaron parte de Ecuavisa por más de 25 años. Sin embargo, su legado permanecerá en las audiencias y colegas que conocieron tanto a la periodista entregada como a la Gaby sencilla, cálida, compañera y profundamente humana.
No es un adiós definitivo, sino un hasta siempre, Gaby.
Fuente: Ecuavisa Web
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