En las últimas horas, las redes sociales se han visto invadidas por imágenes generadas por inteligencia artificial de ChatGPT. Este fenómeno está dando lugar a una fiebre visual que ha transformado escenas históricas, retratos y paisajes en representaciones espectaculares. Las imágenes, con estilos visuales únicos como el de Studio Ghibli, sets de LEGO o Pixel Art, han sorprendido por su detalle y nivel de realismo. Esta tendencia ha alcanzado tal magnitud que, por el momento, ha generado una presión inédita sobre los recursos de OpenAI.
ChatGPT y su impacto en las GPU
El ChatGPT de OpenAI ha revolucionado la forma en que interactuamos con la inteligencia artificial, permitiendo la creación de imágenes únicas en segundos. Esta nueva función ofrece la posibilidad de crear obras visuales a partir de cero o tomando una referencia fotográfica, con la capacidad de adaptarse a diversos estilos. Sin embargo, con tanta demanda, las GPU de OpenAI están experimentando una sobrecarga significativa.

La respuesta de OpenAI ante la alta demanda
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha reconocido que la demanda está afectando gravemente el rendimiento de los servidores. La compañía, para evitar un colapso mayor, ha implementado limitaciones temporales en el acceso a la función de generación de imágenes. A raíz de esto, algunos usuarios han experimentado demoras en la creación de imágenes o incluso rechazos de solicitudes, aunque en condiciones normales hubieran sido procesadas sin problema.
Limitaciones solo para usuarios de pago
A fin de controlar la demanda desmesurada, OpenAI ha decidido restringir temporalmente el acceso a esta función exclusiva. Actualmente, solo los usuarios que cuenten con suscripciones de pago, como ChatGPT Plus o ChatGPT Pro, podrán seguir generando imágenes sin interrupciones. Para los usuarios gratuitos, la función está limitada a tres imágenes al día, pero aún no está disponible para todos.
La infraestructura de OpenAI y su reto de escalabilidad
La infraestructura de OpenAI ha sido puesta a prueba debido al aumento de la demanda, lo que pone de manifiesto la importancia de regular el uso para evitar que los sistemas basados en la nube colapsen. Durante años, OpenAI ha dependido principalmente de Microsoft como proveedor de servicios en la nube. Sin embargo, recientemente ha comenzado a diversificar su infraestructura, sumando a socios como Oracle. No obstante, los recursos siguen siendo limitados, y esta escasez está afectando tanto la disponibilidad de funciones existentes como el desarrollo de nuevas capacidades.
En conclusión, la fiebre por las imágenes generadas por ChatGPT está llevando a OpenAI a tomar medidas drásticas para proteger sus recursos. Aunque la demanda sigue creciendo, la compañía está trabajando para asegurar que el acceso a esta innovadora función sea sostenible a largo plazo.
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