Ecuador se encuentra en la expectativa de condiciones climáticas fluctuantes en los próximos meses, con la disminución del fenómeno de El Niño y la perspectiva de un cambio hacia condiciones más frías debido al desarrollo de La Niña, según ha señalado un experto del Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada de Ecuador (Inocar).
El fenómeno de El Niño global de este año ha demostrado ser menos severo en términos de precipitaciones para Ecuador en comparación con las condiciones del “Niño costero” que se presentaron frente a las costas de Perú y del propio Ecuador en 2023. El evento climático actual ha entrado en una fase de declive y se prevé su finalización para finales de abril.
En una entrevista con PRIMICIAS, el Capitán de Fragata Luis Morales, coordinador General de Asuntos Oceanográficos del Inocar, ha anticipado condiciones climáticas cambiantes en los próximos meses, señalando una disminución en el calentamiento del océano frente a las costas en comparación con el año anterior. Este cambio abrupto sugiere una transición poco común hacia condiciones más frías, con la posible aparición del fenómeno de La Niña.
Según el último boletín del Comité ERFEN sobre El fenómeno del Niño, las condiciones actuales persisten, aunque de manera débil, con anomalías de temperatura entre uno y 1,5 grados. Aunque estas temperaturas aún indican la presencia de El Niño, se espera que vayan disminuyendo gradualmente hacia condiciones normales para finales de abril.
La falta de intensidad en las lluvias pronosticadas se atribuye a la falta de acoplamiento entre el calentamiento oceánico y la atmósfera esperada. Aunque el océano está más cálido de lo normal frente a las costas ecuatorianas, la franja de nubes asociada a la zona de convergencia intertropical no se ha mantenido con la fuerza habitual, lo que ha resultado en lluvias menos intensas de lo esperado.
Para los próximos meses el fenómeno, se espera una disminución gradual de las lluvias y una reducción en la influencia del océano en la atmósfera. Las condiciones climáticas seguirán siendo monitoreadas semana a semana debido a su naturaleza cambiante.
Se proyecta que El Niño entre en una fase de declive y que las condiciones anómalas finalicen para fines de abril, regresando a condiciones normales. Aunque se esperaba un fenómeno de El Niño más fuerte, el pico máximo ya ha pasado, y se anticipa una transición hacia La Niña en los próximos meses.
Aunque en Perú se utiliza la noción de “Niño costero” para medir el impacto de El Niño, en Ecuador las condiciones climáticas están influenciadas por otros factores regionales y la línea ecuatorial. Sin embargo, se mantiene la vigilancia sobre este fenómeno y su impacto en las costas ecuatorianas.
El enfriamiento abrupto del océano ha llevado a predicciones de que se podría experimentar y el fenómeno de La Niña en los próximos meses, con una transición esperada entre mayo y julio. Aunque no se puede determinar la intensidad de este evento en este momento, su ocurrencia es parte de la dinámica cambiante del clima global y no es inusual en el contexto del calentamiento global.
En resumen, la situación climática en Ecuador se caracteriza por una transición del fenómeno de El Niño hacia condiciones más frías, con la posible aparición de La Niña en los próximos meses. Aunque las condiciones climáticas son variables y sujetas a cambios, se espera un retorno gradual a la normalidad hacia finales de abril. El monitoreo continuo es esencial para comprender y adaptarse a estas fluctuaciones climáticas.
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