Lo que en principio parecía un incidente trivial terminó convirtiéndose en un episodio significativo de desinformación. Esta fake news del correísmo, aunque inicialmente insignificante, circuló con fuerza en redes sociales, tratada como si fuese una afrenta grave contra los símbolos patrios. Todo comenzó con un video institucional publicado el 2 de mayo por el nuevo Comandante General de la Policía Nacional, Pablo Vinicio Dávila Maldonado.

Un mensaje oficial eclipsado por una controversia cromática
En el video, Dávila ofrecía fortalecer la logística institucional y reforzar el combate al crimen organizado. Además, se comprometía a mejorar las condiciones laborales de los uniformados. No obstante, el contenido del mensaje fue ignorado. En cambio, la atención se centró en la bandera de Ecuador que aparecía en segundo plano.
Donde tradicionalmente debe ir el azul, algunos usuarios afirmaron ver un tono morado. A partir de ello, se difundió la idea de que el gobierno de Daniel Noboa había reemplazado ese color con el del movimiento ADN. De inmediato, esta narrativa fue usada como una fake news del correísmo, aunque su explicación técnica resulta sencilla y comprobable.
Instrumentalización política de una distorsión visual
Expertos señalan que la alteración del color se debe a factores como la calibración del video, las condiciones de iluminación y el desgaste del material. A pesar de ello, dirigentes de la Revolución Ciudadana impulsaron esta fake news del correísmo para acusar al gobierno de manipular símbolos patrios con fines ideológicos.
La expresidenciable Luisa González difundió varias publicaciones sobre el tema. En sus comentarios, denunció lo que llamó un atentado simbólico y se refirió al gobierno como “antipatrias”. Aun así, no presentó pruebas que sustenten esas afirmaciones. Su discurso buscó posicionar una narrativa emocional que carece de sustento verificable.
La respuesta institucional ante la fake news del correísmo
El 3 de mayo, la Policía Nacional emitió un comunicado para aclarar el malentendido. En él, rechazó cualquier intento de tergiversar su misión institucional y explicó que la percepción de color morado se debe a efectos ópticos generados por el registro digital y la antigüedad del textil. De forma clara, se reafirmó que la bandera no ha sido alterada.
Así, se desarma nuevamente una fake news del correísmo, que revela cómo ciertos sectores recurren a la desinformación como estrategia política. Este episodio subraya la importancia de contrastar los hechos antes de viralizar contenidos. En especial cuando involucran símbolos nacionales, que exigen tratamiento riguroso y respeto institucional.
Fuente: PRIMICIAS
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