La empresa procesa papel de fibra virgen para producir servilletas, toallas y papel higiénico bajo las marcas Dany y Dolly, con liderazgo femenino y expansión sostenida.
Un emblema de la industria papelera en la Costa ecuatoriana
Entre paisajes ganaderos y zonas rurales de la Costa del Ecuador, Fabmer se alza como una de las empresas más pujantes del país. Fundada en 2005 y liderada actualmente por Daniella Merino Del Salto, la papelera ha logrado posicionarse en el segundo lugar nacional del Canal Moderno (supermercados y autoservicios), con un 35% de participación de mercado. Su fórmula del éxito: innovación, liderazgo humano y visión empresarial a largo plazo.
Producción masiva con altos estándares
Cada mes, Fabmer transforma 800 toneladas de materia prima de papel 100% celulosa y 100% fibra virgen en productos esenciales como servilletas, toallas de cocina, papel higiénico y fundas de papel. Esta apuesta por calidad y diferenciación le ha permitido crecer 400% en pocos años, con una proyección de ventas de USD 36 millones para 2025.
La reciente incorporación de una segunda línea de producción de papel higiénico duplica su capacidad, preparando el camino para conquistar el Canal Tradicional (mayoristas y mercados), considerado un mercado aún por explotar.
Liderazgo con rostro femenino
Uno de los aspectos más destacados de Fabmer es su enfoque en la inclusión y el liderazgo femenino. De sus 170 colaboradores, 100 operan en planta, y la mayoría en áreas clave son mujeres: gerencia de planta, supervisión de producción y mantenimiento. Sin políticas de cuota, el mérito y la adaptabilidad son los criterios predominantes.
“Las mujeres han demostrado una gran capacidad para adaptarse, aprender y liderar dentro de Fabmer. No ha sido una imposición, ha sido una evolución natural”, señaló Daniella Merino.
Tecnología de punta y compromiso ambiental
Fabmer no solo apuesta por el talento humano, sino también por la tecnología. La compañía opera con las dos máquinas más avanzadas del país en producción de papel higiénico, de origen italiano. A diferencia de competidores que utilizan papel reciclado, Fabmer trabaja exclusivamente con materia prima virgen, lo que permite un color más natural, mayor suavidad y resistencia, sin necesidad de químicos blanqueadores.
El modelo de sostenibilidad está respaldado por certificaciones como ISO 9001, Great Place to Work, y sellos ambientales que promueven espacios libres de humo y bienestar físico-laboral.
Cultura organizacional sólida y visión de futuro
La filosofía de Fabmer se basa en la cercanía entre líderes y trabajadores. Daniella recorre a diario la planta, saluda a su equipo y mantiene una relación horizontal y humana, lo que refuerza el sentido de pertenencia.
“Es importante que la gente vea que tú estás presente, que hay un liderazgo real y accesible”, menciona. Este enfoque ha convertido a la empresa en un motor de empleo, innovación y transformación económica en la región.
Innovación constante y diversificación
Fabmer no se detiene. Su línea de toallas de cocina, por ejemplo, crece entre un 6% y 10% mensual, gracias a su versatilidad como “toalla multiuso” en los hogares. Además, los procesos combinan automatización y trabajo manual, con rigurosos controles de calidad cada pocas horas, lo que garantiza excelencia en el producto final.
Desde el cambio de rodillos para mejorar la suavidad hasta la inclusión de fragancias en el papel, la innovación es constante. La gerencia ya proyecta próximos pasos para diversificarse aún más y fortalecer la marca en nuevos mercados.
Fabmer es hoy una historia de éxito empresarial ecuatoriano con rostro humano. Más allá de las cifras y los equipos industriales, es una empresa que representa desarrollo local, empoderamiento femenino y compromiso ambiental. Con una capacidad de producción duplicada y una cultura organizacional robusta, Fabmer está lista para seguir creciendo y transformando el panorama papelero del país.
Fuente: Metro Ecuador
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