La remodelación del Estadio Olímpico Atahualpa avanzó significativamente con una inversión de $200 mil ejecutada en cuatro meses por la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP). Las mejoras más amplias en años recientes incluyeron iluminación renovada, baños remodelados, nuevos camerinos, tuberías modernizadas y una pantalla LED de 11 por 4 metros, transformando la estructura con más de 70 años de historia.
El Estadio Olímpico Atahualpa vive un proceso de transformación que, aunque no constituye aún la remodelación integral anunciada meses atrás, representa intervenciones sustanciales para mantener operativa esta infraestructura emblemática. El interventor de la CDP, Rommel González, detalló cada una de las obras ejecutadas entre disputas administrativas con el Municipio de Quito y conciertos multitudinarios.
Primeras intervenciones tras retomar control del estadio capitalino
«Hay que recordar que tenemos cinco meses de intervención, pero las mejoras reales empezaron hace cuatro, porque el primer mes lo pasamos entre clausuras y el conflicto por la titularidad del estadio», explica González. Tras el concierto de Chayanne, a mediados de 2024, la CDP retomó el control total del Atahualpa y comenzó un proceso de recuperación con dos enfoques paralelos: mantenimiento esencial y adecuaciones visibles.
Las primeras acciones se enfocaron en lo urgente. «Empezamos por lo más fácil: humedad, pintura, iluminación. Los vidrios de todo el anillo superior se cambiaron completamente», detalla el interventor. Una intervención clave fue la apertura del espacio exterior en el costado occidental, ejecutada 15 días antes del concierto de Shakira.
Renovación integral de espacios interiores y zonas públicas
En el interior, la remodelación del Estadio Olímpico Atahualpa incluyó nuevos pisos, televisores LED, imágenes históricas y luminarias renovadas. El objetivo es «que el Atahualpa recuerde su historia y se vea digno para el público», señala González. Esta visión rescata la identidad del recinto deportivo más emblemático de Quito.
Uno de los reclamos históricos de los aficionados fue atendido. Los baños de la zona de palcos fueron remodelados: cambios estructurales, sanitarios nuevos, iluminación, techos y puertas. El resto, entre 18 y 20 baterías sanitarias en general, no se reconstruyó, pero sí recibió mantenimiento profundo con arreglo de puertas, reparación de urinarios, nueva iluminación y limpieza con químicos especializados.
Mejoras en bares, suites y sistemas de acceso renovados
«No son baños nuevos, pero ahora funcionan al 100%. Antes había incluso malos olores por años de abandono», señala González. La zona de bares, otro punto crítico, fue intervenida con nuevos pisos, cambios estéticos y mejoras de higiene. «Era un lugar insalubre. Ahora incluso se ha usado para eventos pequeños», explica.
También se iniciaron las obras en suites. Dos ya fueron completamente demolidas y reconstruidas en un estilo más moderno, con paneles transparentes. El plan contempla renovar el resto en los próximos años, consolidando espacios premium para eventos deportivos y culturales.
Los accesos y pasillos también recibieron impermeabilización y pintura especial. «Las señales de salida ya no están pintadas. Ahora son vinilos reflectivos, visibles en la noche. La idea es funcionalidad y seguridad», afirma González. Además, se reemplazaron 200 sillas destruidas en la tribuna, mejorando la experiencia del público asistente.
Camerinos profesionales y modernización de infraestructura técnica
Los camerinos, en condiciones «espantosas», comenzaron a ser intervenidos por fases. Ya se remodeló uno de cada lado, con nuevos techos, iluminación y baños operativos. El segundo grupo se ejecutará antes del próximo partido de Copa Ecuador, garantizando condiciones dignas para deportistas profesionales.
Bajo la estructura, uno de los trabajos más complejos fue la renovación de tuberías. «Era un sistema obsoleto, que explotaba cuando se encendía el sistema de agua. Cambiamos todo eso. No se ve, pero era indispensable», refiere González. Esta intervención garantiza funcionamiento sostenible del estadio a largo plazo.
Nueva pantalla LED y gestión eficiente de recursos públicos
Una de las novedades más visibles en la remodelación del Estadio Olímpico Atahualpa es la nueva pantalla LED de 11 por 4 metros, que entrará en funcionamiento como marcador oficial. «No representó gasto para la CDP. Se paga sola con contratos de publicidad», explica González. Además, es propiedad de la institución y puede ampliarse o reubicarse según necesidades futuras.
Sobre la inversión total, el interventor afirma: «En total rondamos los $200.000». Esta cifra representa una gestión eficiente de recursos públicos con impacto visible en la experiencia de usuarios y deportistas que utilizan las instalaciones regularmente.
Análisis estructural confirma estabilidad del recinto deportivo histórico
Ante las críticas sobre la seguridad del estadio, la CDP solicitó un análisis estructural al Ministerio de Infraestructura y Transporte (MIT). «El informe es claro: el estadio no tiene problemas estructurales. Es estable. Lo que lo afecta es la humedad y la falta de mantenimiento histórico», asegura el interventor. Esta evaluación técnica respalda la viabilidad del recinto.
González aclara que las mejoras actuales no corresponden al proyecto de un nuevo estadio, impulsado por el Gobierno Nacional. Ese proceso pasó por una fase de recepción de propuestas privadas, ya concluida. «No se anunciará nada hasta verificar experiencia y solvencia», señala respecto a los inversionistas interesados.
Futuro del Atahualpa: dos escenarios en evaluación técnica
Así, el futuro de la remodelación del Estadio Olímpico Atahualpa incluye dos escenarios: un nuevo estadio desde cero o una reestructuración profunda del actual, dependiendo de estudios técnicos que deberán realizar los inversionistas seleccionados. Mientras tanto, las mejoras ejecutadas garantizan operatividad y dignidad para una estructura que ha sido testigo de momentos históricos del deporte ecuatoriano durante más de siete décadas en la capital del país.
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