El domingo 25 de mayo de 2025, Venezuela celebró elecciones parlamentarias y de gobernadores en un ambiente profundamente polarizado. Hubo denuncias de represión política, falta de garantías democráticas y una creciente crisis institucional. El Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al oficialismo, anunció que el chavismo se impuso en 23 de las 24 regiones del país.

Las elecciones se desarrollaron bajo una sombra de escepticismo por parte de la comunidad internacional y la oposición venezolana. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), liderada por María Corina Machado, llamó a la ciudadanía a abstenerse. Argumentaron que no existían condiciones mínimas de transparencia ni imparcialidad.
Resultados oficiales: una Asamblea dominada por el oficialismo
El vicepresidente del CNE, Carlos Quintero, fue el encargado de anunciar los resultados. Según sus declaraciones, el oficialismo habría obtenido una “tendencia irreversible” en 40 de los 50 cargos por lista nacional de la Asamblea Nacional. Esto garantiza al chavismo una mayoría abrumadora en el Legislativo.
Con base en estos resultados, el CNE autorizó a las juntas regionales a iniciar el proceso de adjudicación y proclamación de los cargos. Entre los electos por el chavismo figuran figuras reconocidas. Incluyen a la primera dama, Cilia Flores, la exministra Iris Varela, y los legisladores Hermann Escarrá y María Lourdes León.
La participación ciudadana y la narrativa de la abstención
De acuerdo con cifras oficiales del CNE, el 42,63 % de los 21,4 millones de electores habilitados acudieron a las urnas. Sin embargo, la oposición afirma que la abstención fue considerablemente mayor. María Corina Machado, exdiputada y principal figura opositora, aseguró que más del 85 % de los venezolanos desobedeció al régimen y no votó.
Machado insistió en que esta abstención constituye una derrota política para el gobierno de Nicolás Maduro. A través de un video difundido en su cuenta de X (antes Twitter), hizo un llamado a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para facilitar una transición política pacífica. Reiteró que el verdadero vencedor de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 fue Edmundo González Urrutia, y no Maduro.
El regreso de Henrique Capriles y la fragmentación opositora
A pesar del llamado a la abstención, algunos líderes opositores optaron por participar. Uno de ellos fue Henrique Capriles, exgobernador y dos veces candidato presidencial, quien resultó electo como diputado a la Asamblea Nacional. Capriles representa a la coalición UNT-Única, una alianza de oposición moderada que se distanció de la línea de la PUD.
Junto a Capriles, también fueron elegidos Luis Emilio Rondón y Stalin González, quienes han sido señalados por otros sectores opositores como colaboracionistas. Estos dirigentes han abogado por una vía electoral para confrontar al chavismo, aún bajo condiciones desiguales. Sin embargo, otros sectores insisten en que participar valida un proceso viciado.
Nuevos y viejos rostros del oficialismo
Entre los principales nombres que repiten en la nueva legislatura por parte del chavismo se encuentran Jorge Rodríguez, actual presidente de la Asamblea Nacional. Fue reelegido. También Jorge Arreaza, secretario ejecutivo del ALBA y rector de la Universidad Nacional de las Comunas (UNACOM).
La presencia de figuras leales al gobierno en las listas de ganadores refleja la intención de Nicolás Maduro de reforzar el control político sobre el aparato legislativo. La Asamblea seguirá siendo un instrumento clave en la consolidación del poder del oficialismo. Especialmente en la antesala de nuevos procesos electorales.
Estabilidad aparente en un contexto frágil
Las elecciones en Venezuela muestran un país profundamente dividido. El oficialismo se mantiene firme en el poder gracias a su control institucional. Entretanto la oposición sigue fragmentada entre los que apuestan por la vía electoral y quienes consideran que solo una transición pactada puede restablecer la democracia.
Aunque el chavismo ha reafirmado su dominio sobre la Asamblea Nacional, el elevado ausentismo electoral y la presión internacional podrían incrementar el aislamiento del régimen de Nicolás Maduro. La comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos en Venezuela. La demanda de elecciones transparentes y competitivas continúa siendo una de las principales exigencias.
Fuente: Primicias.ec
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