A las 18:58 del 16 de abril de 2016, Ecuador vivió una de las tragedias más devastadoras de su historia reciente. El terremoto del 16 de abril de 2016, de magnitud 7.8, sacudió violentamente la costa del país, dejando tras de sí destrucción masiva, pérdidas humanas y económicas. El epicentro se ubicó entre Pedernales y Cojimíes, en la provincia de Manabí. En tan solo 75 segundos, el sismo dejó más de 16 600 heridos, provocó la muerte de cientos de personas y afectó a más de un millón de ciudadanos. Las pérdidas superaron los 3 000 millones de dólares.
La historia de Don Pablo: tres días atrapado
El relato de Don Pablo Córdoba simboliza la lucha por la supervivencia. Durante el terremoto del 16 de abril de 2016, él se encontraba trabajando en un hotel en Portoviejo. El edificio colapsó, y quedó sepultado entre los escombros. Con escasa movilidad, sin agua potable y rodeado del dolor ajeno, resistió durante tres días. Se hidrató como pudo y logró iluminar su espacio con una linterna que halló por azar. Finalmente, cuando creyó que no había salida, logró señal telefónica y contactó a una clienta. Ella, con rapidez, alertó a emergencias, y gracias a su acción fue rescatado.
El Bellaco: entre la tragedia y la esperanza
Víctor Mendoza y María Auxiliadora Cedeño también enfrentaron lo impensable. Su restaurante, El Bellaco, colapsó frente a sus ojos durante el terremoto del 16 de abril de 2016. Clientes, familiares y trabajadores quedaron atrapados. Cinco personas murieron. Su comadre sobrevivió, pero sufrió una amputación en el sitio del desastre. La pareja quedó endeudada y sin negocio. Sin embargo, con el tiempo y la ayuda de sus hijos, reabrieron El Bellaco. Aunque comenzaron con mobiliario desigual y utensilios rescatados, lograron reconstruir lo perdido con esfuerzo y determinación.
La memoria que no desaparece
A nueve años del desastre, el terremoto del 16 de abril de 2016 sigue presente en la vida de quienes lo vivieron. Casi 70 000 edificaciones quedaron dañadas, y más de 80 000 personas fueron desplazadas. Se registraron más de 3 400 réplicas. A pesar del trauma, historias como las de Don Pablo, Víctor y María son testimonio de una verdad esencial: aunque el terremoto del 16 de abril de 2016 sacudió la tierra, no logró destruir la voluntad de seguir adelante.
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