En la actualidad, el crimen organizado ha encontrado en la transformación tecnológica un entorno propicio para evolucionar. Las mafias internacionales, en particular la ‘Ndrangheta italiana, han adoptado herramientas digitales para diversificar sus operaciones ilícitas. Esta situación coloca a países como Ecuador en una posición estratégica dentro de una red criminal transnacional cada vez más compleja.
Durante la 12ª Semana Internacional de la Magna Grecia en Brasil, Nicola Gratteri, procurador de Nápoles, enfatizó la gravedad del problema. Según sus declaraciones, el crimen organizado ya no necesita desplazarse físicamente para concretar acuerdos sobre cargamentos de cocaína. Hoy, la web profunda se ha convertido en el epicentro de un mercado criminal que incluye desde armas hasta drogas.

Puertos estratégicos y economía ilícita
Gratteri destacó el cambio de foco logístico: mientras antes la ‘Ndrangheta prefería el puerto de Santos en Brasil, ahora el de Ecuador se ha vuelto esencial. Este giro refleja cómo el crimen organizado adapta sus rutas en función de la tecnología y la logística portuaria, sin dejar de lado su interés en maximizar beneficios y minimizar riesgos.
Además del narcotráfico, el fenómeno delictivo abarca nuevos ámbitos. Victor César dos Santos, secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, reveló que en 2024 se movieron más de 66 mil millones de dólares a través de operaciones ilegales en Brasil. Desde el contrabando de combustibles hasta fraudes digitales, el crimen organizado diversifica sus fuentes de ingresos mediante esquemas sofisticados y coordinados.
Criptomonedas, cibercrimen y falta de regulación
Michelle Carbone, directora de la DIA, alertó que el crimen organizado explota contextos geopolíticos como guerras y brechas regulatorias para prosperar. La utilización de criptomonedas como el Bitcoin permite lavar dinero de forma anónima y casi indetectable, una táctica ya aplicada por cárteles mexicanos y grupos como la Mara Salvatrucha.
Antonio Nicaso, experto en cibercrimen, subrayó que las organizaciones criminales ahora integran hackers y financieros dentro de su estructura. Mencionó, como ejemplo, el ciberataque al puerto de Amberes en Bélgica, lo que demuestra que el crimen organizado ya no se limita al uso de la fuerza, sino que incursiona con éxito en el espionaje digital y la manipulación tecnológica.
Cooperación internacional: una urgencia impostergable
Francesco Romano, diputado italiano, alertó que Europa presenta un nivel de integración pública del 56%, muy por debajo del 90% alcanzado por Brasil. La falta de interoperabilidad deja a los gobiernos expuestos frente a un enemigo cada vez más digital. Según Romano, Italia sufre más de 100 ciberataques diarios en su administración pública.
Los expertos coincidieron en un punto esencial: para combatir eficazmente a el crimen organizado, es fundamental establecer mecanismos de cooperación internacional robustos. Asimismo, se deben regular de forma rigurosa las plataformas tecnológicas que sirven como vehículo para estas actividades ilícitas. Como concluyó Gratteri: “Hoy, el crimen no es solo violencia física; es inteligencia financiera y dominio digital”.
Más noticias:
Fuente: