El conflicto bélico entre Irán e Israel ha causado un repunte considerable en los precios internacionales del petróleo. Esto ha influido directamente en el precio del petróleo. Países productores de crudo han comenzado a beneficiarse de esta alza. No obstante, Ecuador se ha mantenido al margen de estas ganancias. Esto se debe a una combinación de factores estructurales: la disminución sostenida de la producción nacional, la paralización de su principal refinería y el creciente costo de la importación de combustibles.

Producción petrolera en declive
Según datos del Banco Central del Ecuador, en el primer trimestre de 2025 se produjeron 41,86 millones de barriles de petróleo, con un promedio diario de 465 150 barriles. Esta cifra representa una caída del 4,4 % respecto al mismo período de 2024. Además, se sitúa incluso por debajo del promedio de producción antes de la pandemia, que alcanzaba los 531 000 barriles diarios en 2019.
Esta reducción no es nueva, sino parte de una tendencia a la baja en la producción petrolera ecuatoriana, lo cual ha limitado su capacidad de aprovechar las alzas del precio del crudo provocadas por crisis internacionales como la actual. Dada la disminución en la producción, el precio del petróleo se convierte en un factor aún más crítico.
Precio internacional al alza, ingresos limitados
Nelson Baldeón, experto en temas energéticos, señaló que el precio del barril de WTI —referencia para Ecuador— ha subido cerca del 9 %. Este aumento ha sido desde 66 a 73 dólares desde el inicio del conflicto hasta el 22 de junio. Sin embargo, Ecuador solo recibe aproximadamente 61 dólares por barril debido al castigo en el precio por la calidad de su petróleo. Esto reduce los beneficios potenciales del incremento del precio y resalta el conflicto en el precio del petróleo.
Importación de derivados: un gasto que se incrementa
El impacto del alza del crudo no se limita a los ingresos, sino que también afecta directamente el presupuesto estatal. Ecuador importa buena parte de los combustibles que consume, y con el precio internacional al alza, sobre todo el precio del petróleo. Se estima que los 300 millones de dólares presupuestados para importaciones podrían incrementarse hasta los 340 millones.
Este aumento complica aún más el panorama fiscal, ya golpeado por un déficit estructural. Además, pone presión sobre el Gobierno para adoptar medidas como ajustes tributarios o modificaciones en los subsidios.
Incertidumbre en los precios internos de los combustibles
Desde mediados de 2024, Ecuador implementó un sistema de bandas para ajustar los precios mensuales de las gasolinas extra y ecopaís. Sin embargo, este sistema aún está supeditado a decisiones políticas más que técnicas. Este hecho impide prever con certeza si los precios se incrementarán el próximo mes como consecuencia del alza internacional y del cambio en el precio del petróleo.
Carolina Jaramillo, vocera del gobierno del presidente Daniel Noboa, afirmó que se está planificando una reactivación progresiva de la Refinería de Esmeraldas a partir de julio de 2025. Este plan podría reducir la dependencia de las importaciones en el mediano plazo.
La reactivación del campo Sacha como solución inmediata
Una de las propuestas más viables para aumentar la producción petrolera a corto plazo es la concesión del bloque Sacha, ubicado en la provincia de Orellana, a una empresa estatal china. Este bloque, conocido como la «joya de la corona», podría generar una inversión directa de 1 500 millones de dólares. También podría incrementar la producción nacional en menos de un año.
Baldeón señala que esta operación está amparada en la ley ecuatoriana y que podría ser reactivada con voluntad política. Se espera que el presidente Noboa aproveche una próxima visita a China para retomar las negociaciones, las cuales han estado estancadas durante varios meses.
Una oportunidad desperdiciada
La coyuntura internacional ha abierto una ventana de oportunidad para los países productores de petróleo, pero Ecuador se ha visto limitado por problemas estructurales que han reducido su capacidad de respuesta. La reactivación de la Refinería de Esmeraldas y la concesión del bloque Sacha podrían ser pasos clave para revertir esta situación. Todo esto, siempre que se acompañen de una estrategia energética de largo plazo y mayor inversión.
Fuente: El Comercio
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