La serie documental ‘Air Cocaine’ de Netflix ha llamado mucho la atención porque cuenta uno de los casos de narcotráfico más sorprendentes de los últimos años. Aunque todo comenzó en República Dominicana y también tuvo repercusión en Francia, lo que pocos sabían es que Ecuador, y en especial Quito, también estuvo involucrado. En uno de los vuelos del avión cargado con 700 kilos de cocaína, hizo una parada en la capital ecuatoriana. La historia tiene muchos momentos impactantes, preguntas que nadie ha respondido aún, y muestra cómo este caso podría estar conectado con una red internacional más grande.

Una historia de película: pilotos franceses atrapados en un escándalo narco
La historia se enfoca en Pascal Fauret y Bruno Odos, dos pilotos franceses que antes fueron militares. En 2013, fueron detenidos en Punta Cana, República Dominicana, cuando los descubrieron en un jet privado con 26 maletas llenas de cocaína. La policía grabó el momento del operativo, y el caso se volvió famoso en muchos países. A partir de ahí, comenzó un largo juicio que duró más de ocho años.
En el avión también viajaban un supuesto empresario y otro hombre, pero nunca se supo bien qué papel jugaron en todo esto. Las autoridades confiscaron más de 700 kilos de droga, mientras que los pilotos aseguraban que no sabían nada de lo que llevaban a bordo.
En el avión también iban un hombre que decía ser empresario de bienes raíces y otro pasajero, pero nunca quedó claro qué hacían exactamente en ese viaje. Las autoridades de República Dominicana encontraron más de 700 kilos de cocaína en la nave, pero los pilotos dijeron que no sabían nada sobre esa carga.
Preguntas sin respuesta: ¿cómplices o chivos expiatorios?
La serie documental plantea interrogantes que hasta hoy no tienen una respuesta definitiva:
- ¿Conocían los pilotos el contenido de las maletas?
- ¿Quién era realmente el empresario a bordo del avión?
- ¿Qué ocurrió con la droga incautada?
- ¿Por qué el avión había hecho escalas en países como Ecuador?
Una de las críticas más fuertes que muestra la serie es la falta de transparencia del gobierno dominicano. Este gobierno nunca demostró públicamente la destrucción del cargamento. Además, se suma la actitud evasiva del misterioso empresario, quien frente a las cámaras solo repetía: “sin comentarios”.
El papel de Ecuador: escala en Quito y búsquedas en Google
Uno de los momentos más sorprendentes de la producción es la revelación de que el avión privado involucrado en el caso aterrizó en el Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito en febrero de 2013. Esta escala fue descubierta por la fiscal francesa Christine Saunier Ruellan. Ella investigó a fondo los antecedentes de los pilotos y de la empresa que organizaba los vuelos.
La fiscal no solo identificó la parada en Ecuador, sino que encontró evidencia de que uno de los pilotos había buscado en Google. Un dato relevante sobre la pena de prisión para extranjeros detenidos por drogas en el país. Esto fue antes de emprender su viaje. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que los implicados tenían al menos indicios de los riesgos legales de su operación.
Un juicio con tintes de espionaje y fuga de película
El caso ‘Air Cocaine’ tuvo un desarrollo digno de un guion cinematográfico. Los pilotos fueron condenados en República Dominicana a 20 años de prisión. Sin embargo, en 2015 protagonizaron una fuga espectacular. Esta fuga incluyó un velero, una lancha rápida y aguas internacionales. Una vez en Francia, fueron nuevamente encarcelados, aunque luego liberados tras una apelación que argumentó que los pilotos no pueden ser responsables del equipaje transportado. Del mismo modo, un conductor de taxi no responde por lo que lleva en su maletera.
En la serie también se revela que la fiscal Ruellan citó al expresidente francés Nicolás Sarkozy en el proceso. Ella rastreó conexiones entre la empresa aérea y círculos de poder en Francia. El avión, por su parte, sigue retenido en un hangar en República Dominicana. No ha sido devuelto ni se ha permitido su reutilización.
¿Qué dice esto sobre Ecuador?
La participación de Ecuador en esta historia no fue central, pero sí relevante. La breve escala en Quito y las búsquedas de información sobre las penas por narcotráfico sugieren que el país formó parte del corredor aéreo. Este corredor era usado por redes internacionales de tráfico de droga. Aunque no hay indicios de participación directa de autoridades ecuatorianas, la mención en la serie expone cómo Ecuador ha estado presente en rutas del narcotráfico mucho antes del auge de decomisos actuales en Europa.
Este caso es un ejemplo de cómo el país ha sido utilizado como punto estratégico por organizaciones criminales internacionales. También sirve como recordatorio de los riesgos de ser un nodo en una red global de narcotráfico. Esto ocurre incluso en operaciones aparentemente sofisticadas y ejecutadas desde lujosos jets ejecutivos.
‘Air Cocaine’ no solo revive un escándalo con ingredientes de thriller internacional. También pone en la mira los vacíos legales, las fallas de seguridad en los aeropuertos, y la complejidad de demostrar culpabilidad en contextos donde los implicados son profesionales con historiales respetables. Ecuador aparece como una pieza silenciosa pero clave de esta historia. Aún deja más preguntas que respuestas.
Fuente: Primicias
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