En enero de 2024, Ecuador se convirtió en protagonista de la mayor incautación de cocaína registrada ese año en América Latina. En un solo operativo, las autoridades ecuatorianas decomisaron 22 toneladas de droga. Esta cifra no solo superó las estadísticas regionales del periodo. También se posicionó como una de las más altas en la historia del tráfico de estupefacientes a nivel global, según datos de InSight Crime.

La cocaína, cuya procedencia se presume desde Colombia o Perú, tenía como destino final mercados de Asia, Europa, América del Norte y América Central. Lo más alarmante del operativo fue la logística utilizada. El cargamento era transportado en avionetas. Esto evidencia el alto nivel de sofisticación con el que operan los grupos narcotraficantes en Ecuador.
En el contexto del «conflicto armado interno»
La histórica incautación tuvo lugar pocos días después de que el presidente Daniel Noboa declarara el “conflicto armado interno”, el 9 de enero de 2024, como parte de su estrategia de lucha frontal contra las bandas criminales. Además del decomiso, se logró la captura de un importante narcotraficante colombiano. Esto fortaleció el discurso del Gobierno sobre la recuperación del control territorial y la ofensiva contra el crimen organizado.
Aumento generalizado de incautaciones en Ecuador
El operativo no fue un hecho aislado. Durante todo el año 2024, Ecuador incautó un total de 252 toneladas de cocaína. Esto representa un aumento de 57 toneladas respecto al 2023, cuando se registraron 195 toneladas decomisadas. Este salto refleja el crecimiento estructural del narcotráfico en el país. No solo su visibilidad en medios por casos extraordinarios.
De país de tránsito a productor emergente
Uno de los factores más inquietantes es el reconocimiento de Ecuador como productor emergente de coca. El presidente Noboa admitió que se han detectado niveles inéditos de cultivos ilícitos en la frontera noreste con Colombia. Esto implica que el país estaría dejando de ser solo una zona de tránsito para convertirse también en lugar de producción.
Sin embargo, el medio Infobae aclara que esta información proviene de un informe exploratorio. Hasta el momento las Fuerzas Armadas no han confirmado la existencia de cultivos extensivos en esa zona.
Un fenómeno regional: cifras récord en América Latina
La situación de Ecuador no es aislada. El balance regional de InSight Crime muestra una expansión del narcotráfico en toda América Latina:
- Colombia redujo sus incautaciones internas (279,7 t vs. 335,4 t en 2023), pero aumentó su participación en decomisos internacionales, con 883,8 toneladas.
- Perú batió su propio récord con una incautación de 9,4 toneladas en el puerto del Callao y un total anual de 40 toneladas.
- Bolivia duplicó sus cifras, alcanzando 46 toneladas incautadas.
- Honduras incrementó en un 300% sus decomisos, con hasta 26 toneladas.
- Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana también reportaron cifras récord.
¿Celebrar las incautaciones o preocuparse más?
Aunque estos decomisos masivos suelen ser presentados como éxitos gubernamentales, los expertos en narcotráfico advierten que las cifras podrían reflejar solo una fracción de la droga realmente producida y movilizada. Es decir, por cada tonelada incautada, muchas otras logran evadir el control estatal y llegar a los mercados finales.
En el caso de Ecuador, el operativo de enero no fue un logro aislado. Fue una muestra del nuevo papel protagónico del país en la cadena mundial del narcotráfico. El uso intensivo de avionetas, el control criminal de puertos y rutas fluviales, y la infiltración del crimen organizado en instituciones políticas y de seguridad, son síntomas de un fenómeno que ya trasciende los esfuerzos de interdicción tradicionales.
Un futuro incierto para Ecuador y la región
La evolución de Ecuador como nodo clave del narcotráfico plantea serios desafíos para la seguridad, la gobernabilidad y la estabilidad regional. La presencia creciente de mafias transnacionales, el debilitamiento institucional y la corrupción representan obstáculos significativos para cualquier política sostenida de combate al narcotráfico.
Si bien los operativos como el de enero de 2024 son logros significativos en términos tácticos, la lucha contra el narcotráfico requerirá de estrategias integrales. Se necesita cooperación internacional, inversión social y un enfoque en la prevención, además del uso legítimo de la fuerza.
Fuente: Infobae
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