Ecuador se mantuvo libre de la plaga Fusarium raza 4 durante más de seis años. Esto fue desde que fue detectada en la región en 2019. El hongo, que afecta gravemente a las plantaciones de banano, ha representado una de las principales amenazas para la industria agrícola mundial. Según la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), este tiempo de ventaja permitió reforzar protocolos de bioseguridad. También preparar al sector para responder con rapidez ante cualquier brote de Fusarium que pueda aparecer.

Un desafío para la industria bananera ecuatoriana
José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la AEBE, destacó que la clave no es generar alarma. Consiste en actuar con disciplina y rigurosidad. Señaló que, gracias a la cooperación entre productores, exportadores y el Estado, el país desarrolló planes sólidos de contingencia que consideran los riesgos del Fusarium raza 4. Estos planes hoy lo ponen en una posición más favorable que otros competidores que ya han enfrentado serias afectaciones.
Competidores en desventaja frente al hongo
Mientras Ecuador avanzaba en la prevención, países de la región como Colombia y Perú han registrado pérdidas significativas. Los productores asiáticos también han sufrido por la expansión del Fusarium raza 4. Esta diferencia, según Hidalgo, debe ser vista como una oportunidad para consolidar la competitividad del banano ecuatoriano en los mercados internacionales. Esto será posible siempre que se mantenga la disciplina en el cumplimiento de protocolos sanitarios para enfrentar amenazas como Fusarium.
Fincas en cuarentena y medidas inmediatas
Ante el primer foco reportado en territorio nacional, el Gobierno y los gremios bananeros aplicaron de inmediato cuarentenas en las fincas afectadas. El objetivo es evitar la propagación del hongo y mantener la estabilidad productiva del sector. Las autoridades aseguran que las acciones de bioseguridad ya estaban planificadas, lo que permitió reaccionar con rapidez, especialmente considerando los riesgos del Fusarium raza.
Impacto económico y desafíos adicionales
A la amenaza del Fusarium raza 4 se suma el incremento en los costos de producción que enfrentan los agricultores. Esto es especialmente por el precio del diésel. Según arroceros y maiceros, los gastos podrían subir hasta un 20 %. Esto genera un escenario más complejo para el agro ecuatoriano. Además, los bonos estatales que se han ofrecido como apoyo no estarían llegando con eficacia a los productores.
Preparación y disciplina como factores clave
Hidalgo recalcó que la situación actual no debe ser vista con pánico, sino como una prueba de la capacidad del país. Se debe aplicar con rigor los protocolos de bioseguridad. “No se trata de alarmar, sino de actuar con disciplina”, sostuvo, insistiendo en que la prevención y el control oportuno son la mejor defensa contra el avance del hongo Fusarium.
El sector bananero ecuatoriano enfrenta un momento crucial. Tras más de seis años de resistencia al Fusarium raza 4, el país logró ganar tiempo valioso para prepararse. La cooperación entre Estado y productores, junto con la aplicación estricta de protocolos, será determinante para contener la plaga como el Fusarium. Así se podrá proteger uno de los principales productos de exportación del Ecuador.
Fuente: El Universo
Te puede interesar:
El estrés temprano eleva el riesgo de problemas cardíacos y cerebrales en adultos