Con el inicio de la cosecha de arroz de verano en Ecuador, las autoridades enfrentan un escenario desafiante. Una significativa sobreoferta de este grano ha ocasionado la caída de precios en el mercado interno. Esto genera preocupación entre los productores. En respuesta, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCIP) han desplegado acciones conjuntas. Su objetivo es contener la crisis y salvaguardar la rentabilidad del sector arrocero.

Vigilancia del precio mínimo de sustentación (PMS)
El MAG ha intensificado los controles en las piladoras, especialmente en zonas como el cantón Salitre, en la provincia de Guayas. Esto busca verificar que se respete el pago del Precio Mínimo de Sustentación (PMS). Esta medida busca garantizar que los productores no reciban un valor inferior al establecido oficialmente. El valor es esencial para cubrir los costos de producción y asegurar la sostenibilidad del cultivo.
La situación es especialmente crítica en provincias con alta producción como Guayas, Los Ríos y Manabí. Miles de pequeños agricultores dependen del cultivo de arroz como su principal fuente de ingreso. Las asociaciones de productores han solicitado al gobierno una fiscalización más estricta. También piden sanciones efectivas contra las piladoras que incumplan el PMS.
Excedentes buscan salida en mercados internacionales
Paralelamente, el MPCIP está en la tarea de buscar nuevos destinos para los excedentes de arroz. Esto se ha vuelto urgente, especialmente después de que Colombia haya reducido sus compras. Colombia es uno de los principales compradores regionales del arroz ecuatoriano. Ahora, el país tiene toneladas de grano sin destino asegurado.
Las autoridades han mencionado que se están explorando mercados en Centroamérica, el Caribe y África. Además, están trabajando con organismos multilaterales para facilitar las exportaciones. No obstante, el desafío radica en competir con países que ofrecen arroz a menores precios. Estos países tienen tratados comerciales más amplios.
El impacto de la sobreoferta: precios a la baja y productores en riesgo
La sobreoferta ha empujado los precios a la baja, lo que genera pérdidas directas para los agricultores. Muchos han tenido que vender su producción por debajo del costo, o incluso almacenar el arroz en condiciones precarias. Esperan así una recuperación de precios. En este contexto, gremios arroceros han pedido una mayor planificación estatal para evitar estas crisis cíclicas. También solicitan incentivos para la industrialización del arroz y la diversificación productiva.
Algunos analistas señalan que la situación actual es el resultado de una falta de políticas de regulación más eficaces. También mencionan una débil conexión entre la oferta interna y la demanda real del mercado.
Controversias por nuevas semillas y preocupaciones ambientales
A la par de la crisis comercial, ha surgido otra preocupación: colectivos ciudadanos han denunciado la posible aprobación de semillas de arroz con ‘edición génica’ en el país. Argumentan que no se ha realizado una consulta adecuada y que no existen suficientes estudios sobre los impactos en la salud y el medio ambiente. Esta polémica añade un componente de incertidumbre a un sector ya golpeado por problemas estructurales.
Ecuador enfrenta una encrucijada en su sector arrocero. A puertas de una cosecha abundante, el Gobierno se ve obligado a reforzar los controles internos. Necesitan garantizar el precio mínimo a los agricultores y encontrar mercados que absorban los excedentes. La situación evidencia la necesidad de una estrategia a largo plazo para equilibrar producción, consumo y exportación. Esto ayudará a evitar que los ciclos de sobreoferta perjudiquen recurrentemente a los pequeños productores.
Fuente: El Universo
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