Ecuador ha dado un paso importante en la mejora de su capacidad para enfrentar desastres naturales y antrópicos con la creación del Centro Ecuatoriano de Prevención de Desastres y Resiliencia del Sector Privado. Esta iniciativa surge gracias a un esfuerzo conjunto entre la Cámara de Industrias y Producción (CIP), la Fundación Raíz CAEMBA y la Corporación Ecuatoriana para la Responsabilidad Social y Sostenibilidad (CERES). El objetivo es fortalecer la preparación, respuesta y recuperación ante situaciones de emergencia, involucrando activamente al sector privado.
Un esfuerzo conjunto para la prevención
Este Centro de Prevención de Desastres es parte de un compromiso más amplio para mejorar la gestión de riesgos y desastres en Ecuador. Frente a amenazas recurrentes como sismos, inundaciones y erupciones volcánicas, muchas de las cuales se ven intensificadas por el cambio climático, el sector privado ecuatoriano se ve cada vez más involucrado en la búsqueda de soluciones efectivas. Con la firma de un Memorando de Entendimiento, las tres entidades se han comprometido a colaborar en la creación de estrategias que garanticen una respuesta más efectiva y rápida ante situaciones de emergencia.

La importancia de la colaboración en el Centro de Prevención de Desastres
A través de este esfuerzo colectivo, las organizaciones participantes buscan integrar el sector privado a los procesos de prevención y resiliencia. Según Evangelina Gómez Durañona, Directora Ejecutiva de CERES, este Centro de Prevención de Desastres no solo protegerá a las empresas y sus trabajadores, sino que también contribuirá al fortalecimiento de las comunidades. Al trabajar de manera conjunta, se espera transformar los desafíos en oportunidades, construyendo un futuro más seguro para los ecuatorianos.
Fortalecimiento de la resiliencia en Ecuador
La creación de este centro busca sensibilizar tanto a empresas como a comunidades sobre la importancia de la resiliencia. Como señala Manuel Pallares, Fundador y Director Ejecutivo de Raíz CAEMBA, el cambio real se logrará cuando las empresas comprendan que su resiliencia está conectada directamente con la de las comunidades que las rodean. Con esta visión, Ecuador puede dar un paso importante hacia un futuro donde la preparación ante desastres sea una responsabilidad compartida entre todos.
Con este centro, Ecuador no solo mejora su capacidad de respuesta ante emergencias, sino que también crea una cultura de prevención que beneficiará a todos los sectores de la sociedad.
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