«No permitiré dudar de mi integridad». Con esta contundente declaración, Augusto Verduga, exconsejero del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), respondió a las recientes acusaciones de Luisa González, excandidata presidencial del correísmo. En un video que circuló ampliamente, Verduga expresó su desagrado al ver que compañeros de causa, en lugar de solidarizarse con él, se unieron al coro de los acusadores.
Acusaciones de deslealtad y falta de principios
Luisa González había señalado que Verduga había grabado conversaciones de varios miembros de la Revolución Ciudadana, acusándolo de falta de transparencia, honestidad y lealtad. Estas acusaciones, según González, reflejan una violación de los principios fundamentales del proyecto político al que ambos habían pertenecido.
Sin embargo, Verduga ha desmentido rotundamente estas acusaciones, asegurando que el disco duro encontrado por la Fiscalía no le pertenece. En su respuesta, enfatizó que jamás grabó conversaciones y que no permitirá que se ponga en duda su integridad.
La lealtad, principio fundamental
Verduga subrayó que la deslealtad no está en su ADN, y por eso le duele más ver que aquellos a quienes considera compañeros de lucha se sumen a las críticas sin solidaridad. Aseguró que su compromiso con la verdad y la justicia siempre ha sido inquebrantable, y que no permitirá que su integridad sea cuestionada. Recalcó que nadie tiene derecho a sembrar dudas sobre su honestidad y que tomará las medidas necesarias para proteger su honor.
El exconsejero hizo énfasis en que, a pesar de las críticas, no permitirá que se dude de su integridad por hechos que no ha cometido.
Caso Ligados y medidas cautelares
En relación al caso Ligados, Verduga se enfrenta a una investigación en la que se le acusa de asociación ilícita. Aunque se le han impuesto medidas cautelares, como presentaciones periódicas, Verduga ha declarado que su vida está en riesgo si regresa a Ecuador. El próximo 30 de abril se revisarán estas medidas cautelares.
La integridad ante todo
En resumen, Augusto Verduga se mantiene firme en su defensa, reiterando que su integridad es lo más importante y que no permitirá que se dude de su integridad por acusaciones infundadas. Este conflicto pone de relieve la polarización dentro de la Revolución Ciudadana y la lucha interna por la legitimidad política.
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