Diana Salazar anunció este 20 de mayo de 2025 su renuncia al cargo de Fiscal General del Estado, tras haber permanecido seis años y 42 días en la función más alta del Ministerio Público. Con un mensaje de tres minutos difundido en video, Salazar expresó que «aferrarse a los cargos no le hace bien al país». Así, marcó el cierre de una etapa que comenzó el 8 de abril de 2019. Esta se prorrogó más allá de su periodo constitucional, que culminó el 8 de abril de 2025, hasta que se nombrara a su reemplazo.

De asistente a líder de la Fiscalía
En su mensaje de despedida, Salazar recordó que su camino en la institución comenzó 24 años atrás, como asistente de Fiscal, destacando el carácter vocacional del servicio público. “El camino recorrido ha sido realmente gratificante”, señaló. Enfatizó el compromiso de su equipo en la lucha contra la impunidad, la atención a las víctimas y el fortalecimiento de la institucionalidad judicial.
La prórroga y la controversia
Desde abril, la Fiscal General había prorrogado sus funciones conforme lo establece el marco legal vigente. La Procuraduría General del Estado había aclarado el 26 de febrero de 2025 que un funcionario de la Función Judicial puede continuar en funciones hasta que sea legalmente reemplazado. Esta prolongación generó debates políticos. Especialmente desde sectores de la Asamblea Nacional, donde incluso se solicitó la comparecencia de Salazar.
Logros, desafíos y agradecimientos
Durante su gestión, Salazar lideró procesos emblemáticos contra la corrupción y el crimen organizado. Aunque no detalló casos específicos en su discurso, resaltó que será la ciudadanía quien evaluará su desempeño. La población valorará las sentencias obtenidas y las estructuras delictivas desmanteladas. Agradeció especialmente al doctor Wilson Toainga, su coequipero, por su firmeza en el trabajo institucional.
Mensaje final: institucionalidad y no permanencia
Salazar concluyó su discurso con un mensaje directo a la clase política y a los servidores públicos: no aferrarse al poder. “Mi compromiso fue terminar mi período, entregarlo todo hasta el último día, pero jamás perpetuarme en el poder”, afirmó. Marcó así distancia de quienes intentan mantenerse indefinidamente en funciones. Aseguró que deja la Fiscalía en buenas manos. Confía en que Toainga continuará el trabajo institucional hasta el nombramiento oficial de un nuevo titular.
El legado de una mujer de palabra
Con esta renuncia voluntaria, Diana Salazar se convierte en una de las pocas autoridades judiciales de alto nivel que concluye su periodo y se despide sin escándalos personales. Apela al deber cumplido y a la responsabilidad con el país. Su salida abre ahora un proceso de transición institucional que será clave para la estabilidad del sistema judicial. Todo esto, en un contexto político y social marcado por retos estructurales en seguridad y justicia.
📌 Fuente: La Hora
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