A pesar de la negativa percepción hacia la Asamblea que fue disuelta debido a la “muerte cruzada”, solamente 23 asambleístas buscando la reelección no lograron conseguirlo. Entre estos se encuentran Virgilio Saquicela y Esteban Torres.
La nueva Asamblea Nacional, que comenzará sus funciones el próximo octubre, presentará una proporción significativa de caras familiares. 43 asambleístas que buscaban ser reelegidos lograron su objetivo y podrán continuar hasta el 13 de mayo de 2025.
Cabe destacar que los asambleístas destituidos por la “muerte cruzada” no tenían restricciones para presentarse nuevamente como candidatos. Por esta razón, 68 legisladores optaron por buscar la reelección, menos de la mitad del número en funciones hasta mayo de 2023. Esta opción les permitió completar el mandato para el que fueron elegidos en 2021.
A pesar de la baja calificación del Legislativo disuelto, los resultados de las elecciones, con más del 70% de actas válidas, indican que la mayoría logró obtener suficientes votos para volver a ser elegidos.
Dentro de los 43 asambleístas que regresarán a la Asamblea hasta 2025, la mayoría (35) pertenece al desaparecido bloque correísta UNES, que se presentó como Revolución Ciudadana. Entre ellos se encuentra Pierina Correa, quien lideró la lista nacional del correísmo en 2021 y nuevamente en esta ocasión. Como resultado, presidirá la primera sesión de la Asamblea al ser la asambleísta con más votos.
Sin embargo, siete candidatos no lograron ser electos en esta ocasión. Entre los excluidos del bloque correísta se encuentran María Fernanda Astudillo, Walter Gómez, Vanessa Álava, Joao Acuña, Lenin Mera, Ricardo Chávez y Esther Cuesta.
El Partido Social Cristiano (PSC) también postuló a la reelección a la mayoría de sus asambleístas. Aunque el PSC candidatizó a nueve legisladores, solamente cuatro lograron ser reelegidos: Henry Kronfle, Nathalie Viteri, Pablo Muentes y Pedro Zapata, dejando a Simón Remache, Esteban Torres y Jorge Abedrabbo fuera de la Asamblea.
Cuatro asambleístas lograron la reelección bajo nuevas agrupaciones políticas: Sofía Sánchez y Gisella Molina, ex miembros de Pachakutik, regresaron con Construye; Pedro Velasco Erazo, antiguo BAN, regresará con Actuemos; Eckenner Reader Recalde, ex Izquierda Democrática, se unió a ADN.
En contraste, nueve asambleístas no lograron su reelección y no podrán completar sus periodos. Entre los excluidos se encuentran Virgilio Saquicela, Bruno Segovia, Ramiro Narváez, Janeth Llano, Luis Almeida, Vanessa Freire, Xavier Santos, Ramiro Frías e Isabel Enrríquez.
Además de los recién elegidos, la lista de asambleístas para este nuevo periodo también incluye a seis exlegisladores de periodos anteriores, quienes no fueron destituidos por la “muerte cruzada”. Estos asambleístas que también lograron la reelección son: César Umajinga, Vicente Taiano, Alexandra Arce, Franklin Samaniego, Rafael Dávila Egüez y Ana Galarza, quien anteriormente pertenecía a Creo y ahora se encuentra en Construye.
La privación de los Asambleístas: una visión general
El despido de los miembros de la asamblea sirve como un acontecimiento fundamental que ha captado la atención de los expertos políticos y de la población en general por igual.
Este curso de acción, impulsado por circunstancias que ameritan una exploración exhaustiva, tiene el potencial de remodelar la dinámica de las próximas elecciones presidenciales.
La destitución de los miembros de la asamblea introduce un cambio en el equilibrio de poder e influencia dentro del panorama político.
Los factores que contribuyeron a su remoción, ya sea que estén enraizados en disputas legales o consideraciones éticas, son clave para comprender las motivaciones detrás de esta decisión. Estos eventos se entrelazan con la esencia de la democracia y la gobernabilidad, por lo que requieren una disección exhaustiva.
Implicaciones para la reelección: revelando los escenarios de los Asambleístas
Una de las consecuencias inmediatas de la destitución de los asambleístas es el impacto potencial en sus perspectivas de reelección.
La ausencia de los asambleístas titulares por despido ofrece nuevas oportunidades y desafíos para los posibles candidatos que buscan la reelección. Crea un entorno en el que los contendientes deben navegar por los matices de la percepción pública, las afiliaciones partidarias y las plataformas políticas para asegurar la victoria.
Tras su destitución, el panorama de las candidaturas a la reelección se transforma en un terreno complejo marcado tanto por la incertidumbre como por las maniobras estratégicas. Los partidos políticos y los candidatos individuales deben recalibrar sus estrategias, considerando la dinámica alterada y la necesidad de abordar las preocupaciones de los votantes que surgen debido a estos despidos.
Examen de los resultados del CNE: un vistazo a las tendencias electorales
El Consejo Nacional Electoral (CNE) desempeña un papel fundamental en la configuración del panorama democrático al supervisar el proceso electoral y anunciar los resultados.
Mientras el país espera las Elecciones Presidenciales de 2023, los resultados proporcionados por el CNE sirven como una brújula que guía el curso de la trayectoria política de la nación.
Los resultados del CNE dan testimonio de las elecciones realizadas por el electorado. Encapsulan no solo las preferencias de la población, sino que también reflejan la influencia del reciente despido de miembros de la asamblea.
Comprender la correlación entre estos resultados y los eventos de deposición requiere un análisis meticuloso para desentrañar cualquier tendencia o patrón perceptible.
El camino a seguir: Navegando la incertidumbre con previsión
En un panorama marcado por la destitución de asambleístas y los subsiguientes escenarios de reelección, el imperativo para los actores políticos es trazar un rumbo que abarque la adaptabilidad y la previsión. Navegar por la incertidumbre requiere estrategias que resuenen con los electores, reconozcan el ethos político en evolución y se alineen con las aspiraciones más amplias de la nación.
En conclusión, la destitución de los asambleístas en el contexto de las elecciones presidenciales de 2023 revela una multitud de dimensiones que contribuyen colectivamente al desarrollo de la narrativa de la democracia ecuatoriana. Las ramificaciones son de gran alcance e influyen no solo en la dinámica de la reelección, sino también en la estructura misma del proceso electoral.
A medida que las partes interesadas deliberan y elaboran estrategias, se vuelve indispensable un examen meticuloso de los eventos, las implicaciones y los resultados.
La destitución de los miembros de la asamblea ejerce un impacto en las tendencias electorales que se desarrollan, mientras que las tendencias electorales mismas contribuyen al contexto más amplio que requiere la destitución de los miembros de la asamblea. Esta relación simbiótica subraya la complejidad de las elecciones presidenciales de 2023.
Te puede interesar:
Movimiento Gente Buena pone fin a su alianza con Construye tras los resultados electorales