Estados Unidos responde a amenazas rusas
El despliegue de submarinos nucleares frente a Rusia fue anunciado por el presidente Donald Trump. Según él, Moscú “nos amenazó un poco recientemente”, por lo que ordenó enviar dos submarinos nucleares como medida preventiva.
Trump destacó que EE. UU. mantiene una ventaja de 25 años sobre Rusia y China en tecnología nuclear y de proyección de fuerza. Esta superioridad, afirmó, asegura que Washington domina la estrategia militar global, aunque los avances de Moscú y Pekín podrían equilibrar la balanza en cinco años.
Submarinos nucleares: precaución y capacidad estratégica
El mandatario indicó que los submarinos se ubican frente a la costa rusa “solo por precaución” y están “al acecho”. Trump aseguró que estas naves son indetectables y que Estados Unidos posee sistemas avanzados que dificultan la detección aérea o submarina. Además, este despliegue cerca de Rusia resalta su capacidad estratégica.
De hecho, subrayó que este despliegue refleja la modernización del Ejército y la renovación del espíritu de las fuerzas armadas estadounidenses, garantizando superioridad tecnológica en armas nucleares y otros sistemas estratégicos. Además, implica la colocación estratégica de submarinos nucleares cerca de Rusia.
Reunión de generales en Quantico
La inédita reunión, convocada por el secretario de Guerra Pete Hegseth, se realizó en la base del Cuerpo de Infantería de Marina en Quantico, Virginia, ante generales y altos mandos de diversas partes del mundo.
Hegseth anunció directivas para elevar los estándares físicos del Ejército y criticó ascensos basados en raza, género o logros históricos supuestos, indicando que el liderazgo militar requiere ajustes para mantener eficacia y disciplina. Este contexto podría influir en decisiones tácticas como el uso de despliegues estratégicos, incluyendo los submarinos nucleares desplazados frente a Rusia.
Implicaciones estratégicas y geopolíticas
El despliegue de submarinos nucleares frente a Rusia genera alarma internacional y refleja la escalada de tensiones entre Washington y Moscú. Además, evidencia la intención de EE. UU. de demostrar capacidad estratégica y disuasión nuclear ante avances de otras potencias.
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