Quito, octubre de 2025. – En Ecuador, según datos del INEC hasta marzo 2025 el 55,5 % de la población económicamente activa se desempeña en la informalidad. Esta realidad plantea un desafío estructural: ¿cómo pueden acceder a un crédito hipotecario sin ingresos demostrables quienes no cuentan con ingresos formales demostrables?
Para Constructores Positivos, esta es una de las preguntas más urgentes que debe afrontar el país. “En Ecuador, siete de cada diez ciudadanos no tienen acceso al sistema financiero tradicional, pero eso no significa que no puedan pagar una vivienda. Lo que hace falta es construir mecanismos que reconozcan la capacidad real de pago y el esfuerzo de estas familias para obtener un crédito hipotecario sin ingresos demostrables”, afirmó el arquitecto Joan Proaño, vicepresidente del clúster.
Con el aporte de empresarios y aliados del sector, la organización presentó dos propuestas concretas que buscan abrir caminos innovadores hacia la inclusión habitacional, incluso para quienes requieren un crédito hipotecario sin ingresos demostrables:
El primero es una propuesta de Plan Nacional de Ahorro para la Vivienda, iniciativa plantea que las familias puedan demostrar disciplina financiera mediante un esquema de ahorro programado.
“Imaginemos a una familia que logra ahorrar 150 dólares mensuales durante dos años. Al final, no solo tendría 3.600 dólares como base para la entrada de una vivienda, sino también un historial de compromiso financiero que respalde su intención de pago”, explicó Proaño.

La segunda propuesta está enfocada en la creación de un Fondo Estatal de Garantía Hipotecaria, esta iniciativa busca que, una vez demostrado el ahorro y la voluntad de compra, el Estado respalde a estas familias con un fondo que reduzca el riesgo para los bancos al otorgar créditos. Esto es crucial para aprobar un crédito hipotecario sin ingresos demostrables.
“El riesgo de morosidad en este tipo de esquemas es mínimo; experiencias internacionales lo confirman. Con un fondo de garantía, el sistema financiero puede abrir sus puertas a miles de trabajadores informales, mientras el país avanza hacia la inclusión y la formalización progresiva”, añadió el vicepresidente de Constructores Positivos.
Ambos mecanismos no solo permitirían el acceso a una vivienda propia, sino que también serían una vía de entrada al sistema financiero, impulsando la cultura del ahorro, el uso de servicios bancarios y la consolidación de un mercado habitacional más dinámico y sostenible.
“Hablar de vivienda no es solo hablar de ladrillos y cemento. Es hablar de dignidad, estabilidad y futuro. Nuestro reto como sector es pensar fuera de la caja y proponer soluciones que respondan a la realidad del Ecuador”, concluyó Proaño.
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Fuente:
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