En un giro político de alto impacto, el correísmo ha demostrado su fuerza en las urnas, consolidando su posición como una de las principales fuerzas políticas en Ecuador. En las elecciones de asambleístas nacionales y provinciales, celebradas el 20 de agosto de 2023, el movimiento Revolución Ciudadana, encabezado por el ex presidente Rafael Correa, ha obtenido una resonante mayoría de votos.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que, hasta las 18:50 del 21 de agosto, se ha contabilizado el 92,43% de los votos válidos, y en esta coyuntura, el correísmo ha emergido como el claro ganador, obteniendo un notable 39,34% de los votos. El movimiento Construye, con un 20,70%, y Acción Democrática Nacional (ADN), con el 14,63%, siguen en la contienda, pero es el correísmo quien ha captado la atención con su destacado desempeño en las urnas.
Estos resultados definen las perspectivas para la distribución de los 137 curules destinados a asambleístas nacionales y provinciales. Nombres prominentes dentro del movimiento Revolución Ciudadana, como Pierina Correa, Paola Cabezas y Sofía Espín, figuran entre los posibles ocupantes de estos escaños. También se barajan nombres de figuras destacadas como Alexandra Arce, Pamela Aguirre, Marcela Holguín, Viviana Veloz, Henry Kronfle, Vicente Taiano y Ana Galarza.
El correísmo, encabezado por figuras emblemáticas como el exministro del Interior Patricio Carrillo y el expresidente Lucio Gutiérrez, ha demostrado su capacidad para movilizar a sus seguidores y ganarse el apoyo de una parte significativa de la ciudadanía. Aunque el proceso electoral ha sido un terreno competitivo, el correísmo ha logrado establecer una presencia sólida en la arena política de Ecuador.
No obstante, también ha habido figuras dentro del correísmo que no han conseguido asegurar un curul en esta ocasión. Tras la disolución de la Asamblea previa, algunos asambleístas buscaban recuperar sus posiciones, pero los votos no les fueron suficientes. Este es el caso de Esteban Torres, quien lideraba la lista de candidatos de la alianza entre el Partido Social Cristiano y el movimiento Cambio. Tampoco obtuvo éxito Iván Saquicela, expresidente de la Asamblea.
La contienda electoral ha dejado claro que el correísmo continúa siendo una fuerza influyente en la política ecuatoriana. Su capacidad para movilizar votantes y consolidar apoyo se mantiene intacta, lo que garantiza un papel protagónico en las decisiones futuras del país. Con los resultados en la mano, Ecuador se adentra en una nueva etapa política con el correísmo como actor central en el escenario.
Más noticias: