El próximo 16 de julio de 2025 vencerá el contrato de alquiler de la barcaza eléctrica Murat Bey, una de las tres unidades flotantes contratadas por el gobierno ecuatoriano a la empresa turca Karpowership. Esta barcaza genera 98 megavatios de generación eléctrica. Fue incorporada en enero como parte de una medida de emergencia para enfrentar la crisis energética provocada por el estiaje. Su operación tuvo un costo de USD 38,75 millones por un plazo de 180 días.

Falta de acercamientos para una ampliación
A pesar de que el fin del contrato está a pocas semanas, y de la inminente llegada de una nueva temporada seca, el gobierno de Daniel Noboa aún no ha realizado acercamientos oficiales con Karpowership para prorrogar el contrato de generación eléctrica. La Murat Bey, además, ni siquiera constaba en el plan energético presentado por el Ejecutivo al Cenace (Operador Nacional de Electricidad) a inicios de año.
Un plan que no se concreta
El plan gubernamental contemplaba la incorporación de 939 megavatios mediante nuevas instalaciones, incluyendo compras y alquileres de generación eléctrica. Sin embargo, a tan solo tres meses del estiaje, solo se han concretado 404 megavatios. Esta cifra incluye la central Alluriquín y las dos barcazas eléctricas activas. El resto de los proyectos están en diferentes fases de retraso o han sido cancelados.
Contratos caídos y retrasos críticos
Uno de los puntos más críticos ha sido la terminación de contratos con la empresa norteamericana Progen. Progen debía generar 150 megavatios, con 100 en Salitral y 50 en Quevedo. Celec, el holding eléctrico estatal, notificó entre mayo y junio su intención de terminar los acuerdos debido a los retrasos en la entrega de las plantas.
Asimismo, 260 megavatios de turbinas en tierra que debían ser provistos por un consorcio liderado por la empresa Worlding tampoco se concretaron. Worlding no entregó las garantías necesarias. El gobierno anunció una nueva licitación para mejorar la generación eléctrica. Sin embargo, hasta ahora no ha sido lanzada.
Otra promesa incumplida es el contrato con la empresa Austral, que debía aportar 91 megavatios en Esmeraldas desde enero. Sin embargo, su entrada en operación ha sido postergada hasta finales de mayo o junio de este año.
Un déficit energético que se agrava
Para el exministro de Energía, Fernando Santos, los 551 megavatios perdidos por la falta de concreción de estos contratos de generación eléctrica no pueden ser reemplazados a tiempo. A su criterio, esto hará inevitable el regreso de los apagones.
Santos calcula que el déficit energético podría llegar a 1.800 megavatios si el estiaje de 2025 es tan severo como el de 2024. Frente a esta situación, considera que el Gobierno debería sincerarse con la población y admitir que habrá racionamientos de electricidad.
Dependencia e incertidumbre sobre Colombia
El exministro también cuestiona la excesiva dependencia de Ecuador hacia la electricidad importada desde Colombia. Según Cenace, se da por hecho que el país vecino proveerá parte del faltante. Sin embargo, Santos advierte que esta oferta no está garantizada. Una negativa colombiana podría derivar en una «catástrofe energética» para Ecuador.
Respuesta oficial ausente
El actual viceministro de Electricidad, Fabián Calero, ha minimizado las advertencias de los expertos. Ha asegurado que el Gobierno trabaja para evitar cortes de luz. No obstante, aún no existe una respuesta oficial del Ministerio de Energía sobre cómo se cubrirá el déficit en generación eléctrica si los contratos con Progen se terminan.
Con el vencimiento del contrato de la barcaza Murat Bey a la vuelta de la esquina y la falta de concreción de proyectos claves, Ecuador se encamina hacia un estiaje 2025 marcado por la incertidumbre energética. La posibilidad de nuevos apagones masivos es cada vez más tangible. Mientras tanto, las acciones gubernamentales para prevenirlos parecen insuficientes y tardías.
Fuente: PRIMICIAS
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