El movimiento Construye enfrenta su etapa más crítica desde su creación. Su permanencia en el registro electoral nacional está en duda. El Construye riesgo de desaparecer se vuelve una posibilidad real tras las últimas elecciones, donde apenas logró un representante en la Asamblea Nacional.
Del auge político al declive parlamentario
Durante las elecciones anticipadas de agosto de 2023, Construye irrumpió con fuerza. Con 29 asambleístas, se posicionó como la segunda minoría después de la Revolución Ciudadana. Este ascenso fue impulsado por la figura del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado en agosto de 2023. Sin embargo, su ausencia marcó el inicio del declive.
La cohesión interna se quebró rápidamente. Diez de sus legisladores formaron el grupo disidente “Gente Buena”. Otros se sumaron a movimientos como ADN y PSC. Esa fragmentación redujo su presencia en el Legislativo. Alexandra Castillo, representante en el Consejo de Administración Legislativa, abandonó el movimiento en mayo de 2024, debilitando aún más la estructura.
El debilitamiento tras la ausencia de liderazgo
Según el exasambleísta Paúl Buestán, el Construye riesgo de desaparecer se consolidó por la falta de dirección política. Varios legisladores buscaron protagonismo personal, dejando atrás el proyecto colectivo. Además, la organización perdió relevancia en los procesos electorales de 2025, donde solo Pablo Jurado alcanzó una curul por Imbabura.
El propio Jurado reconoció la crisis: “Estamos con tarjeta amarilla”, admitió. Explicó que Construye, al igual que CREO o Izquierda Democrática, no alcanzó el 4% de votación mínima para mantener su vigencia.
Nueva normativa y el riesgo legal de extinción
En julio de 2025, la Asamblea Nacional reformó el Código de la Democracia. La ley establece que las organizaciones políticas que no alcancen al menos el 5% de los votos válidos en las elecciones de 2027 serán eliminadas del registro. Esta disposición agrava el Construye riesgo de desaparecer, ya que actualmente el movimiento carece de presencia territorial sólida y de estructuras locales activas.
Para sobrevivir, deberá obtener al menos tres asambleístas, un 8% de alcaldías o concejales en el 10% de los cantones. Los desafíos son enormes, considerando la fragmentación del electorado y la pérdida de bases en provincias clave.
Alianzas políticas: una esperanza para Construye
El Observatorio Legislativo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo considera que las alianzas serán determinantes. Roger Celi, su coordinador, señala que los partidos que compiten en solitario suelen fracasar. Ejemplos como PRIAN o el Partido Roldosista demuestran que la falta de acuerdos lleva a la desaparición.
Paúl Buestán coincide con esa visión. Cree que el movimiento necesita reconstruir sus directivas provinciales y abrir espacios de diálogo. Sin alianzas, advirtió, el Construye riesgo de desaparecer aumentará. Además, subrayó la importancia de realizar un análisis interno sobre los errores cometidos, incluyendo el débil respaldo al binomio Henry Cucalón y Carla Larrea y la falta de posición frente al referéndum de noviembre de 2025.
El futuro incierto del movimiento Construye
Con un solo representante activo, sin liderazgo claro y con estructuras debilitadas, el movimiento enfrenta un futuro incierto. Si no logra reorganizarse, generar alianzas y fortalecer su presencia territorial, el Construye riesgo de desaparecer podría concretarse en 2027, dejando atrás una corta pero intensa trayectoria política.
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Fuente:
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