La adjudicación del campo Sacha a un consorcio Sacha operación compuesto por empresas con vínculos en China y Canadá ha generado debate. Desde julio de 2024, las negociaciones avanzaron sin licitación, apoyadas en normativas vigentes.
Empresas involucradas en el consorcio
El consorcio Sacha operación está conformado por Amodaimi Oil Company S.L. y Petrolia Ecuador S.A., sucursales de firmas españolas con nexos en China y Canadá. Amodaimi posee el 60% de participación, mientras que Petrolia Ecuador controla el 40%.
Aspectos legales y financieros de la adjudicación
La adjudicación sin licitación se basa en el artículo 19 de la Ley de Hidrocarburos. Esta normativa permite contratos directos con empresas estatales o subsidiarias. No obstante, la decisión ha suscitado críticas desde diversos sectores.
En términos financieros, el Gobierno proyecta ingresos de USD 6.314 millones por la explotación del campo, mientras que auditorías independientes estiman un potencial de USD 14.941 millones.
Antecedentes y controversias empresariales
Petrolia Ecuador, vinculada a New Stratus Energy, enfrenta dificultades económicas. Su último reporte financiero muestra pérdidas de USD 4,8 millones. Además, la empresa mantiene litigios con el Estado ecuatoriano por cobros fiscales y contratos pasados.
Amodaimi Oil, por su parte, pertenece a Tiptop Energy Limited, firma de propiedad del Gobierno chino. Su historial financiero también registra deudas pendientes con Petroecuador por más de USD 3 millones.
Implicaciones futuras de la operación
El consorcio Sacha operación representa una nueva fase en la gestión del campo petrolero. Sin embargo, las conexiones internacionales de las empresas y su historial financiero plantean interrogantes sobre el impacto a largo plazo de esta adjudicación.
Impacto en el sector energético de Ecuador
La adjudicación del campo Sacha al consorcio Sacha operación redefine el panorama petrolero del país. Este acuerdo influirá en la producción nacional y en la estrategia de inversión extranjera en el sector energético. Además, el modelo de adjudicación sin licitación podría sentar un precedente para futuras negociaciones en la industria.
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