Con la llegada del buen tiempo y el calor, nuestros pies están expuestos a nuevos desafíos. Tras meses de estar protegidos bajo calcetines y zapatos cerrados, las altas temperaturas provocan que los pies salgan al descubierto, enfrentándose a un cambio drástico que puede afectar su salud podológica. Por ello, es fundamental prestar especial atención a los cuidados de los pies durante los meses de verano.
Cuidados continuos
Los pies requieren cuidados durante todo el año y no solo cuando están visibles. Se recomienda realizar una o varias revisiones con un podólogo, especialmente si se padece alguna patología. Un cuidado continuo ayuda a prevenir problemas mayores y mantiene la salud podológica en óptimas condiciones.
Higiene y nutrición
Con el aumento de la sudoración corporal durante el verano, especialmente en los pies, es crucial usar productos antitranspirantes para mantenerlos secos. Además, es fundamental no exponer los pies a largos paseos si no se está acostumbrado a caminar debido a las restricciones del mal tiempo. La restauración gradual de la marcha previene el sobrecargado de los pies. Es importante lavar los pies a diario, secarlos completamente, prestando atención a los espacios entre los dedos. Esto evita la maceración de la piel por exceso de humedad y reduce el riesgo de grietas e infecciones por hongos. La aplicación diaria de cremas emolientes mejora la elasticidad de la piel y previene la aparición de grietas y descamaciones.
Calzado adecuado
Para la playa y la piscina, se recomienda usar zapatillas de goma diseñadas para estas áreas. Esto ayuda a prevenir infecciones como hongos y papilomas que pueden surgir al caminar descalzo en estos lugares. También es importante tener cuidado con las sandalias de tiras, ya que deben ajustarse adecuadamente para evitar la compresión de zonas prominentes o deformidades del pie, reduciendo el riesgo de rozaduras y callosidades dolorosas. Evitar calzados planos con suelas muy delgadas, ya que no ofrecen la amortiguación necesaria para los impactos continuos al caminar, lo que puede causar dolencias a largo plazo. Si se usa calzado deportivo con frecuencia, es aconsejable tener más de un par para permitir ventilación entre usos.
Cuidados adicionales
Damaris Vizcaíno, especialista en podología de Cura Pie, destaca la importancia de realizar un corte adecuado de las uñas, siempre rectas y con forma cuadrada. Esto previene que se claven en los laterales y causen dolor e infecciones. Si se pintan las uñas en verano, es crucial eliminar los esmaltes periódicamente para permitir la transpiración de las uñas y evitar que los componentes químicos debiliten su estructura.
También es fundamental aplicar crema de protección solar en el dorso de los pies para evitar quemaduras solares. Finalmente, caminar descalzo por la orilla de la playa puede ser beneficioso siempre que se ajusten las distancias al esfuerzo muscular que los pies pueden soportar.
Cuidar los pies adecuadamente en verano garantiza que puedan disfrutar del calor y la diversión sin problemas de salud.
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