El galeón San José fue uno de los barcos más importantes de la flota española durante la época de la colonización. Se hundió el 8 de junio de 1708 cerca de Cartagena de Indias, Colombia, en una pelea con barcos ingleses durante la Guerra de Sucesión Española. En ese barco viajaba una gran cantidad de oro, plata, esmeraldas, porcelana y otros objetos valiosos que iban rumbo a España. El barco estuvo hundido bajo el mar por más de 300 años hasta que en 2015 fue encontrado a 600 metros de profundidad en el mar Caribe cerca de Colombia.

Ahora, en 2025, las autoridades colombianas han confirmado que los restos hallados corresponden sin duda al legendario San José. Esto fue posible gracias a un detallado análisis de las monedas encontradas dentro del pecio.
La clave estuvo en las monedas
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) realizó un estudio usando un vehículo submarino que pudo explorar el barco hundido sin tocarlo. Usaron fotos y modelos en 3D para comparar las monedas encontradas con otras parecidas. En esas monedas se vieron símbolos importantes como las coronas de Castilla y León, la Cruz de Jerusalén, las Columnas de Hércules y marcas de la Casa de la Moneda de Lima. Estos detalles confirmaron que las monedas son verdaderas y de la época correcta.
La investigadora Daniela Vargas Ariza explicó que esas monedas, llamadas macuquinas, fueron usadas mucho en América entre los siglos XVI y XVIII. Estas monedas ayudan a saber cuándo y dónde fueron hechas, lo que es muy útil para estudiar los barcos hundidos y otros hallazgos bajo el agua.
El tesoro más valioso del mundo
El valor estimado del tesoro supera los 20 mil millones de dólares. Esto convierte al galeón San José en uno de los naufragios más valiosos jamás localizados. Según registros históricos, la nave transportaba más de 200 toneladas de metales y piedras preciosas. Entre ellas, esmeraldas, oro y plata extraídas de territorios coloniales, en especial del Virreinato del Perú.
Además de las monedas, los investigadores encontraron tazas de té, fragmentos de porcelana y objetos de vidrio que también ayudaron a identificar la embarcación. Las imágenes difundidas muestran parte del casco del galeón, aún en sorprendente estado de conservación, y restos de su carga dispersos en el fondo marino.
Disputas legales y protección arqueológica
El hallazgo ha reavivado una larga disputa legal sobre la propiedad del tesoro. España, Colombia, el Gobierno de Bolivia (en representación de los pueblos indígenas explotados durante la Colonia) e incluso empresas privadas que participaron en su localización han expresado diversos reclamos de propiedad. Sin embargo, el Gobierno colombiano ha dado un paso firme al declarar el lugar del naufragio como “área arqueológica protegida” en 2024. Esto implica que no podrá ser explotado comercialmente y estará destinado a la investigación científica y la preservación patrimonial.
El presidente Gustavo Petro ha manifestado su intención de que el tesoro sea exhumado de forma responsable antes del fin de su mandato en 2026. En su visión, este hallazgo puede convertirse en un ícono de la memoria histórica de Colombia y América Latina. Además, busca impulsar la investigación arqueológica subacuática en la región.
¿Qué sigue para el galeón San José?
Aunque su identificación ya está confirmada, el futuro del galeón y su tesoro aún es incierto. La profundidad a la que se encuentra, la fragilidad del sitio arqueológico, y los conflictos legales que lo rodean, representan retos técnicos y diplomáticos considerables. Por ahora, Colombia ha optado por una postura conservacionista: investigar sin explotar, preservar sin alterar.
El descubrimiento del San José no solo constituye un acontecimiento arqueológico de escala mundial. También revive debates sobre la historia colonial, la memoria compartida entre Europa y América, y el destino de los tesoros que aún yacen ocultos bajo el mar.
Fuente: Clarín
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