Las comunidades indígenas kichwa de la Amazonía ecuatoriana, afectadas por el derrame petrolero de al menos 15.800 barriles de crudo en 2020, han reactivado su lucha por justicia. Esta vez, exigen que el juez encargado del caso se traslade directamente a los territorios contaminados por el derrame petrolero. El objetivo es constatar la magnitud del daño. La solicitud se presentó al juez multicompetente de Orellana como parte de un nuevo proceso judicial. Esto fue ordenado por la Corte Constitucional (CC) en noviembre de 2024, luego de detectar violaciones al debido proceso en las decisiones anteriores.

El fallo de la Corte Constitucional y la nueva oportunidad de diálogo
La Corte Constitucional determinó que las resoluciones judiciales previas no respetaron los derechos de las comunidades indígenas. Por ello, ordenó que el caso sea revisado desde cero por un juez de primera instancia. En ese contexto, el juez Clemente Paz convocó a un diálogo intercultural para el 30 de junio. Esto se considera una oportunidad clave para visibilizar demandas y sufrimientos causados por el derrame petrolero en las comunidades kichwa afectadas.
Exigen que el diálogo se realice en los territorios afectados
A través de un documento entregado formalmente al juez, los líderes comunitarios solicitaron que el diálogo no se realice en despachos judiciales. Desean que se efectúe en sus propios territorios, donde aún se evidencian las secuelas del derrame petrolero. Esta petición fue respaldada por la Federación de Comunas Unión de Nativos de la Amazonia Ecuatoriana (FCUNAE) y la Alianza por los Derechos Humanos en Ecuador.
«Realizar el diálogo en territorio es una condición indispensable para que exista un verdadero diálogo intercultural», manifestaron los peticionarios. Argumentan que solo desde el lugar de los hechos se puede comprender la fractura. Esta fractura afecta la relación de las comunidades con el río, la selva y su forma de vida ancestral.
Más de 27.000 personas kichwa afectadas
Las organizaciones denunciantes afirmaron que el derrame tuvo un impacto profundo en más de 27.000 personas ribereñas del pueblo kichwa. Afectaron su salud, seguridad alimentaria, espiritualidad y territorio. A pesar de que se presentó una acción de protección en 2020, las comunidades señalan que hasta la fecha no se ha declarado ninguna violación de derechos. Tampoco se ha garantizado una reparación integral por el derrame petrolero.
Además, recuerdan que el río Coca, eje central de su vida comunitaria, sigue contaminado. Esto afecta el acceso a agua limpia, pesca y otras actividades fundamentales para la subsistencia de las familias.
«No puede haber reparación sin escucha»
Los líderes indígenas fueron enfáticos en que una reparación real no puede ser impuesta desde los escritorios del poder judicial. «No puede haber reparación sin escucha, ni escucha sin respeto a las formas propias de organización, pensamiento y autodeterminación de los pueblos indígenas», sostuvieron.
Esta exigencia no solo es jurídica, sino también simbólica y cultural. Representa el reclamo de un pueblo que, a pesar de haber sido ignorado durante años, continúa demandando respeto. También justicia ambiental y el reconocimiento de su cosmovisión, afectada por el derrame petrolero.
Firma ciudadana y respaldo social
En respaldo a las víctimas del derrame petrolero, las comunidades entregaron más de 14.000 firmas recogidas a nivel nacional. Esto como muestra del apoyo ciudadano a su lucha. Esta acción busca presionar al sistema judicial. El objetivo es que cumpla con su rol de garantizar derechos, reconociendo la voz y el sufrimiento de quienes han sido históricamente marginados.
Un caso que puede marcar precedente
El resultado de este proceso judicial será crucial para sentar precedentes sobre cómo el sistema legal ecuatoriano aborda los derechos de los pueblos indígenas. También las afectaciones derivadas de la actividad petrolera. Las comunidades esperan que esta vez el Estado escuche, repare y, sobre todo, aprenda a respetar los territorios ancestrales y sus guardianes afectados por el derrame petrolero.
Fuente: Ecuavisa
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