La vía Alóag – Santo Domingo se cerrará por siete días debido a trabajos urgentes para estabilizar el talud y prevenir deslizamientos.
En los próximos días, la circulación vehicular entre Pichincha y Santo Domingo sufrirá una interrupción clave. El cierre total del kilómetro 83 de la vía Alóag – Santo Domingo se ejecutará desde el miércoles 14 hasta el miércoles 21 de mayo de 2025. Las autoridades provinciales han explicado que este cierre permitirá realizar trabajos de estabilización de taludes, con el objetivo de reducir los riesgos que representan los constantes deslizamientos registrados en el área.
El anuncio de la Prefectura de Santo Domingo ha generado expectativa entre los usuarios frecuentes de esta carretera. Aunque se trata de una medida preventiva, muchos se preguntan si los trabajos serán suficientes para evitar emergencias futuras. El último deslizamiento, registrado el 13 de abril, bloqueó completamente la vía con 30 metros cúbicos de material rocoso, según reportes del ECU 911.
Las autoridades recalcaron que el objetivo principal es garantizar la seguridad de los conductores. Por esa razón, se ejecutarán acciones puntuales con maquinaria y personal técnico especializado. Esta intervención busca eliminar riesgos inminentes y evitar afectaciones mayores durante la temporada de lluvias.
La vía Alóag Santo Domingo requiere intervención urgente
Los trabajos que se desarrollarán en esta vía incluirán la remoción manual de piedras sueltas y el uso de maquinaria pesada. Estos procedimientos buscan estabilizar el talud del kilómetro 83, una zona que ha presentado múltiples deslizamientos en los últimos meses. La Prefectura de Santo Domingo indicó que el cierre completo facilitará una intervención más eficiente y segura.
Además, se utilizarán equipos técnicos que permitirán remover material rocoso sin poner en riesgo al personal que opera en la zona. Las autoridades enfatizaron que no se trata de una obra de mantenimiento rutinaria, sino de una intervención preventiva con impacto directo en la movilidad interprovincial. Por ello, pidieron comprensión a los usuarios afectados.
La vía Alóag – Santo Domingo es un corredor clave para el comercio entre la Sierra y la Costa ecuatoriana. Por lo tanto, su cierre genera implicaciones logísticas que impactan a transportistas, comerciantes y viajeros frecuentes. Sin embargo, los técnicos aseguran que es la única forma de reducir el riesgo de colapsos en el futuro inmediato.

Conductores deben tomar vías alternas durante el cierre
La Prefectura recomendó a los usuarios optar por rutas alternas mientras duren los trabajos. Entre las opciones disponibles están los trayectos Alluriquín – La Florida – Las Mercedes y Alluriquín – La Florida – Tinalandia. Estas vías permiten conectar Pichincha con Santo Domingo sin atravesar la zona de riesgo.
También se podrá circular por las rutas Valle Hermoso – Cristóbal Colón y Las Mercedes – Los Bancos, dependiendo del punto de origen y destino de los viajes. Las autoridades indicaron que se colocarán señaléticas e informativos en distintos tramos para orientar a los conductores.
Además, la Policía Nacional y la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) realizarán operativos de control para garantizar un flujo vehicular seguro en las rutas alternas. La coordinación interinstitucional será clave para evitar congestiones y accidentes durante la semana que dure la obra.
Riesgo de deslizamientos motivó el cierre total
El cierre responde a una serie de eventos geológicos que se han repetido con frecuencia en el kilómetro 83 de la vía. Según reportes oficiales, el talud ha mostrado inestabilidad tras varias lluvias intensas. Estos factores han hecho que el suelo en ese sector se torne peligroso para el paso vehicular.
El último incidente registrado el 13 de abril dejó bloqueado el paso con un volumen considerable de rocas. Este evento, aunque fue controlado rápidamente, dejó en evidencia la necesidad de una intervención estructural. Por eso, la Prefectura decidió ejecutar los trabajos de forma inmediata antes de que ocurran nuevas emergencias.
Los técnicos advierten que, de no actuar con prontitud, el riesgo de accidentes graves podría incrementarse. La inversión en obras preventivas es una estrategia efectiva para evitar pérdidas humanas y materiales. Además, refleja una gestión responsable ante el cambio climático y sus efectos sobre las infraestructuras viales.
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