Los camiones recolectores de basura en Quito fueron presentados como una solución para modernizar el servicio de aseo. Sin embargo, en pocos meses la inversión generó polémica debido a fallas mecánicas que obligaron a retirar de circulación a las seis unidades.
La compra y el contrato con el PNUD
En agosto de 2024, la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo) suscribió un contrato con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La inversión, de USD 5,4 millones, incluía la compra de 1.000 contenedores y seis camiones satélite con sistema lifter. Solo en los vehículos, Emaseo destinó USD 804.507.
Desde un inicio, concejales de oposición como Andrés Campaña, Wilson Merino y Fidel Chamba cuestionaron el acuerdo. Ellos señalaron que la adquisición no cumplió con la Ley de Contratación Pública. Pese a las críticas, Emaseo defendió el proceso alegando que, al tratarse de un convenio con un organismo internacional, se aplicaban condiciones distintas.

Los problemas técnicos y la salida de operación
A finales de 2024, los camiones se incorporaron a la flota municipal con la expectativa de renovar el servicio. Sin embargo, en menos de cinco meses comenzaron los desperfectos.
La primera unidad afectada fue la 30-202, que perdió tracción el 15 de mayo de 2025 por fallas críticas en el árbol cardán. Posteriormente, el 26 de mayo, la unidad 30-199 presentó un fuerte ruido en el motor y salió de operación.
El 5 de junio se reportaron más inconvenientes. El camión 30-200 sufrió fuga de aceite y fallas en el freno de máquina, mientras que la unidad 30-201 perdió presión en el sistema hidráulico.
La denuncia del concejal Campaña
El concejal Andrés Campaña informó que, para mediados de junio, cuatro de los seis camiones recolectores de basura en Quito ya estaban fuera de funcionamiento. En los días siguientes, los dos vehículos restantes también fallaron.
La unidad 30-203 dejó de operar el 19 de junio por fugas en el cilindro hidráulico y problemas en el embrague. Finalmente, el 25 de junio, el camión 30-204 presentó fallas en la circulación del combustible, quedando inutilizado.
Consecuencias para el servicio de aseo
Campaña advirtió que ninguno de los seis camiones recolectores de basura en Quito supera los 21.000 kilómetros recorridos. En algunos casos, como la unidad 30-201, el kilometraje apenas llega a 9.784. Según el edil, la situación demuestra una grave falla en la planificación y pone en riesgo la continuidad de un servicio fundamental para la ciudad.
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