La Cancillería hace público que la ceremonia de cambio de mando presidencial, inicialmente presupuestada en USD 600 mil, será ejecutada con una fracción significativamente menor: no superará los USD 150 mil, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana a través de redes sociales.
El anuncio destaca la decisión del presidente electo, Daniel Noboa, quien el 13 de noviembre ordenó reducir el presupuesto inicial a la mitad, estableciendo un tope del 50%. Finalmente, la Cancillería especifica que el gasto se limitará a un tercio del monto original, en línea con la política de austeridad propuesta por el saliente Guillermo Lasso.
La entidad diplomática subraya que los contratos para la transmisión de mando se gestionan en formato contra liquidación, garantizando que el 100% del pago se realice después de la ejecución de los servicios.
En relación con el contrato inicial de USD 554 mil destinado a la transmisión de mando, la Cancillería explica que, aunque el monto referencial es mayor, no se utilizará en su totalidad. Este enfoque, según la institución, refleja la política de austeridad impulsada por el presidente saliente y respaldada por el presidente electo.
Noboa expresó previamente en su cuenta de X su compromiso con la eficiencia y responsabilidad en el gasto, instando a su equipo de transición a trabajar en colaboración con el gobierno saliente. El recorte presupuestario, que inicialmente incluía gastos como el uso de la sala vip en el aeropuerto Mariscal Sucre, carros de alta gama, bocaditos y regalos para los asistentes, se traducirá en una ceremonia más austera, con limitaciones en detalles como la decoración, la comida y la movilización.