Recientes investigaciones han revelado una preocupante tendencia en Guayaquil, donde bandas delictivas han instalado sistemas de videovigilancia en diversos sectores para monitorear la entrada y salida de personas en sus territorios. Este enfoque les permite evitar la detección de la Policía y dificulta la desarticulación de estas organizaciones criminales. Vamos a explorar esta alarmante situación.
Monitoreo de Células Delictivas
En los últimos años, las fuerzas de inteligencia han notado que líderes de células delictivas en barrios populares de Guayaquil utilizan cámaras de videovigilancia para rastrear los movimientos de quienes entran y salen de sus áreas. Este enfoque les proporciona ventajas significativas, como la prevención de incursiones de grupos enemigos y la anticipación de operativos policiales.
Ejemplo en el Sector 15 y la G
Un ejemplo de esta estrategia ocurrió en el sector de la 15 y la G, cerca del estero Mogollón, donde los agentes de la Policía llegaron para ejecutar un allanamiento después de un ataque a una Unidad de Policía Comunitaria. A pesar de saber quiénes estaban detrás del atentado, los sospechosos ya se habían ido y habían preparado barricadas en las calles para evitar el acceso policial. Esto incluía la instalación de cámaras irregulares que se utilizaban para monitorear la situación.
Control en Monte Sinaí
En Monte Sinaí, los extorsionadores también han instalado cámaras de vigilancia en algunos barrios. Esto les permite controlar y conocer los horarios de las personas que aún no han pagado las extorsiones. Además, algunas familias han abandonado sus hogares debido a la presión de estas organizaciones criminales que intentan reclutar a sus hijos menores de edad.
Complicidad de Vecinos
En muchos casos, existe complicidad entre los vecinos y los delincuentes, lo que dificulta aún más la lucha contra el crimen. Los residentes a menudo no entregan las imágenes de las cámaras particulares a la Policía, incluso cuando se investiga un crimen. Esta falta de cooperación dificulta la identificación y captura de los delincuentes.
Sistemas de Videovigilancia Irregulares
Estos sistemas de videovigilancia son irregulares y no están autorizados. Las bandas criminales instalan estas cámaras para asegurar su presencia en el área y garantizar su control sobre la población local. Esto plantea un desafío adicional para las autoridades encargadas de mantener la seguridad en Guayaquil.
El Rol de las Autoridades
Las autoridades locales y nacionales han implementado sistemas de videovigilancia legítimos para mejorar la seguridad en la ciudad.
Sin embargo, estas iniciativas se ven obstaculizadas por la presencia de sistemas de vigilancia no autorizados por parte de grupos delictivos. La cooperación de la comunidad y la vigilancia constante son fundamentales para abordar este problema y garantizar la seguridad de la población.
Segura EP Indicon que existen 1.427 ojos de águila y 16.329 cámaras con analítica (posee entre siete y cuatro cámaras), son los equipos adquiridos a la empresa Telconet que cuentan con reconocimiento facial y que podrían detectar situaciones anómalas, como actitudes amenazantes. Estas cámaras están operando desde hace un mes en Guayaquil.
Guayaquil se enfrenta a un desafío complejo en su lucha contra el crimen, que involucra no solo a las fuerzas de seguridad, sino también a la comunidad en general. El monitoreo ilegal de bandas criminales es una preocupación seria que debe abordarse con urgencia.
Otras noticias:
FMI y Banco Mundial Alertan Riesgo en Finanzas de Ecuador por Desastres