La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema urgente en la región. Muchas veces no se nota a simple vista. Puede esconderse en palabras comunes, gestos que parecen normales o silencios que duelen. Por eso Avon Ecuador presenta la iniciativa “Llámala por su nombre”, diseñada para ayudar a identificar la violencia y mostrar dónde encontrar apoyo seguro.
Un estudio regional de Avon Ecuador muestra un dato preocupante: el 80% de las mujeres ha vivido algún tipo de violencia, pero solo el 36% logró reconocerla. Esta diferencia demuestra que aún existe miedo, confusión y poca información clara. Reconocer la violencia de género es un acto necesario para romper ese ciclo.
En Ecuador, el problema también es grande. Cifras del INEC indican que 65 de cada 100 mujeres han sufrido violencia en algún momento de su vida. La violencia psicológica es la más común y afecta a más de la mitad de las mujeres del país. Estos datos reflejan una realidad que no se puede ignorar.
Avon Ecuador busca cuestionar frases que parecen normales, pero que esconden agresión. Expresiones como “no fue para tanto” o “es por tu bien” silencian el daño y confunden a las víctimas. La campaña invita a observar más, a escuchar mejor y a entender que la violencia puede estar presente incluso cuando no se ve.

Reconocimiento de la violencia
Este primer pilar de la iniciativa invita a identificar señales que por años se han normalizado. Reconocerlas permite detenerlas. La legislación ecuatoriana explica varios tipos de violencia:
● Violencia psicológica: insultos, burlas, control del tiempo, aislamiento o palabras que dañan.
● Violencia sexual: presión o manipulación para tener relaciones sin deseo.
● Violencia económica y patrimonial: limitar el dinero, impedir trabajar o dañar bienes.
● Violencia física: golpes, empujones o cualquier acción que cause daño al cuerpo.
El objetivo es claro: nombrar la violencia y comprender que ningún acto agresivo es normal.
Avon Ecuador y el acceso a información clara
Después de reconocer la violencia, es vital saber dónde buscar ayuda. Este pilar entrega datos simples y prácticos para que las mujeres y su entorno puedan actuar con seguridad. La información correcta puede marcar la diferencia en un momento difícil.
Avon Ecuador mantiene una línea confidencial para sus colaboradoras. Allí reciben apoyo psicológico, asesoría legal y acompañamiento profesional. Además, la compañía prueba un nuevo sistema para extender esta ayuda a sus líderes de negocio. El fin es crear espacios más seguros y libres de miedo.
Avon entiende que la prevención no es solo una campaña. Es un trabajo constante que acompaña a las mujeres en su vida diaria. Su mensaje es firme: reconocer la violencia es el primer paso para detenerla. Nadie debe vivir en silencio.
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